Me habían dicho que tenía que estar sobre las 11:15 en la clínica para hacerme antes la sesión de acupuntura y ya después la transfer, así que me puse el despertador a las 9:20 para ir tranquilita, desayunar, ducharme tranquilamente, e intentar no morirme de nervios hasta que llegáramos y nos dijeran si efectivamente iba a haber transfer o no. Hasta el último minuto es un sin -vivir, pero en fin no queda otra.
Todavía no me había sonado el despertador cuando oigo a Juan Carlos que entra en la habitación y me llama casi en susurros. Yo me desperté de sobresalto y le pregunté que pasaba, y él me dijo que habían llamado de la clínica. No le dí tiempo a más, nada más oir esto pensé: -"ya está, no hay transfer y no nos dán el disgusto cuando lleguemos"-, pero me equivocaba. Habían llamado para decir que se adelantaba todo media hora y que teníamos que estar allí a las 10:30 para la sesión de acupuntura y ......, sí, iba a haber transfer, pero además había muy buenas noticias, habían quedado 4 embrioncitos. 4, más que ninguna otra vez, y eso era maravilloso. Que contenta estaba, ¡que contenta!.
Desayuné, me duché y allí que nos fuimos tan contentos y cuando llegamos, las chicas de recepción, las enfermeras que iban saliendo, todos se iban acercando a nosotros para darnos la enhorabuena y demostrarnos su alegría y mientras esperaba en la sala de espera, ví pasar a mi gine que además era la que ese día estaba de guardia y me iba a hacer ella la transfer y se paró y se asomó y yo me fui para ella y se abrazó a mi emocionada y me dijo que todos estaban muy contentos, que el camino había sido duro, pero que había cuatro preciosos embriones, uno de ellos más precioso todavía y ella toda contenta me dijo que estaba tan eufórica que por ella pondría los 4, jajajajaja. Y bueno, me dió un beso y ya quedamos para vernos dentro.
En esto, la acupuntura llegó tarde. Total que al final se nos hizo la misma hora a la que en un principio nos habían citado, pero bueno. Todo controlado. Me puso mis agujitas para relajarme, me dejó otras puestas en la espalda y en la zona de la barriga para entrar a quirófano y ya. Ya estábamos dentro.
Otra vez, abrazos, besos, alegría entre el personal, me colocan, me ponen el cacharrito ese para hacer la eco y ver bien el lugar donde los van a colocar, me aprietan, me meten la canulita para abrir camino a la que vendrá con mis chiquitines, sale la bióloga, me pregunta mi nombre para asegurarse, y ya salen con ellos. Tensión, silencio, meten la cánula, miro a la pantalla, y los veo caer. Ya están ahí, ya están conmigo.
De nuevo abrazos, besos, mi foto con mis chiquitines, cambio de camilla, habitación, reposo, retirada de agujitas de acupuntora, y ahora reposito y tranquilidad durante unos días, los más largos de todo el proceso hasta la beta. Actitud positiva, miedo constante, soñar durante unos días y luego salir de dudas. Ya veremos. Estoy contenta, estoy optimista. Creo que puede ser. Ya ha pasado unos días y quiero creer.
Vuelvo a mirar al cielo y quiero dejar por unos instantes mi dolor y mi pena para pedirte ayuda Ángela, fuerza y protección para este camino que de nuevo hemos intentado. Te queremos.