Con el post del otro día, no pretendía ni mucho menos, juzgar a nadie. No soy quien, tan sólo era una forma de desahogar una decepción, una desilusión.
No, no pretendo ni he pretendido nunca juzgar a nadie, porque cada uno sabe lo que puede haber detrás de una decisión, pero es cierto que pensé que con nuestra actitud, con nuestro ejemplo, con nuestra valentía por no dejarnos amedentrar, pisotear, ni dejar que se salgan con la suya, quizás podríamos ayudar a empujar a otras personas a tomar conciencia de que no hay porque callarse, porque tener miedo, porque dejarse acobardar, ni porque dejar que todo lo que nos hicieron quede sin un levantamiento de voz, al menos, como se dice, que no nos quiten el derecho al pataleo.
Y sí, puede que en muchos casos, no sirva para nada, puede que no se tengan pruebas, puede que se tapen entre ellos, puede que todo el papeleo, el jaleo sea muy duro, sea muy largo, y que uno piense, bueno y todo esto ¿para qué, si yo ya tengo a mi bebé conmigo, o si no lo tengo pero ya da igual?, Pues, no. No da igual. Nada da igual, porque de una forma u otra ya nada será como debío ser. Y fueron ellos, ellos los que nos robaron un momento mágico, único y feliz para convertirlo en un recuerdo horroroso, lleno de dolor y sufrimiento y sobre todo de miedo.
Dá igual que uno presente una querella criminal, una denuncia por lo civil, una queja al Defensor del Pueblo, una reclamación a Atención al Paciente, una carta a algún periodista que pueda haber estado informando sobre temas de reclamaciones/negligencias, no sé, cualquier cosa que haga llegar un número tal de quejas/reclamaciones/denuncias, que pueda hacer saltar las alarmas de alguien, ALGUIEN, y que diga: "esto no es normal, vamos a tomar cartas en el asunto", "vamos a intentar parar esto", "vamos a investigar", vamos a cambiar las cosas", - lo que sea. Pero para eso hay que poner cada uno un granito de arena.
Sin tener miedo. Tener miedo pero ¿por qué?, es que acaso nosotros hemos hecho algo malo, es que acaso tenemos que ocultarnos por algo. Pués solo faltaba eso, que despues de haber soportado una auténtica tortura, y ver como nuestros bebés sufren innecesariamente tengamos que callarnos y dejarnos que sigan tratándonos como quieran. No señor. Son ellos, los que tienen que bajar la cabeza, son ellos los que tienen que pedir perdón, son ellos los que deben cambiar su actitud y dejar su orgullo y su altanería para tratarnos con cariño, respeto y humildad.
Por eso no me callo, no debemos callarnos, porque todo merece la pena si hay un fin, y en este caso el fin es decirles que no estamos conformes y que basta ya de que hagan lo que quieran, tenemos derecho a quejarnos, a defendernos y a hacerles ver que no son Dioses, que si no están a gusto desempeñando esa profesión que se dediquen a otra cosa. Basta ya de tanto tabu, no son más que un policia, un bombero, un socorrista o cualquier otra profesión en la que se les pide responsabilidades por las consecuencias de una actitud que conlleva el sufrimiento o muerte de un ser humano. Si con ellos alzamos la voz, porque con estos no?.
En fin, sigo pensando que todo puede ayudar y que algún día, ojalá no muy lejano, algo pueda cambiar para mejor, porque habíendo tantos buenos profesionales, dedicados por y para atender al paciente, con cariño, humanidad y profesionalidad, no es justo que unos cuantos ensucien a otros muchos, por eso hay que tomar medidas y dejar de callarnos.
Mi pequeña, algún día te veré sonreir desde ese jardín de nubes de algodón y esa sonrisa me dirá que por fin algo cambió. Te queremos.
2 comentarios:
Querida Mª del Mar,
claro que no es justo......y claro que se debe denunciar y que la gente se entere...tiene que ser así ..y cada cual que haga lo que mejor crea con su caso pero desde luego como tu dices para ayudar a otros no hay mejor camino que dar a conocer o sea "destapar" TODO lo que ha ocurrido en muchos casos en la Arrixaca. También he estado leyendo muchos de tus últimos posts y debo confesar que una vez leídos me gusta tomar mi tiempo para reflexionar pues no resulta fácil encontrar qué palabras decirte pues muchas cosas pasan cada día en tu interior, tantos altos y bajos, todos los días sin rendirte como decías en la historia de los leones que a pesar de que a veces pienses que algo es muy difícil de conseguir y seria fácil tirar la toalla algo en tu interior te dice que hay que seguir luchando y la "derrota" es solo momentánea pues coges nuevas fuerzas y sigues....no te conformas con dejar de luchar....ya así estas ayudando a mucha gente y ojalá todos lo hiciéramos. Sé que tu pequeña Angela sonreirá al final del camino, cueste lo que cueste, pese al sufrimiento..el querer cambiar las cosas y no dejar que sigan así es una actitud muy noble y valiente que para nada debes justificar y como tu dices son "ellos" los que actuaron mal los que SI necesitarían justificarse. Me viene a la mente la historia del Cristo de los favores donde se ve como él es el único que sabe lo que nos conviene y dirige todo para que muchas cosas que no creemos que están conectadas realmente lo están de manera sutil para que se cumpla su santa voluntad. Solo pido que tu destino y el de Juan Carlos este encaminado para que a pesar del sufrimiento suceda algo positivo para vosotros y que sea como resultado de esta lucha..del nunca rendirse....ahí es donde Ángela estará sin duda.....Mª del Mar, te envío muchísimo animo y sigue luchando pues no debes justificarte ante nadie....Muchos besos
Querida Carmen (Castellón) muchas gracias por las palabras que me dedicas, por las reflexiones que te han hecho pensar en todo lo que voy compartiendo porque sé que a veces no es facil poder comentar y por eso me alegro de que te hayas decidido y lo hayas hecho. Desde el principio a todos los que vais dejando un poquito de vosotros a través de vuestros comentarios os lo he agradecido en el alma, porque siempre aprendo, escucho (en este caso leo) y recibo con cariño cada palabra, cada deseo, cada aliento de fuerza, cada ánimo salido del corazón. Así que gracias por tus palabras, por tus deseos y por la fuerza. Y sí, seguiré luchando porque creo que no me sentiría bien si no lo hiciera, no sufriría menos sino más, y no podría dormir bien (aunque ahora tampoco lo hago) pensando en que nadie lo hizo por mi, pero yo quiero hacerlo por los demás porque no quiero que nuestro sufrimiento quede en nada. Yo también quiero pensar que hay una serie de acontecimientos que van encadenándose y que aunque no sepamos el porqué o el significado de muchas cosas, realmente hay un porqué o un fin. Espero que Ángela se sienta orgullosa, y como decía al final de este post, que un día pueda verla sonreir en su nube de algodón sabiendo que es feliz porque pudimos cambiar algo.
Ojalá la gente se animara. Ojalá entre todos podamos poner nuestro granito de arena.
Un beso con mucho cariño.
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