Hoy, es de esos días que guardo en mi memoria como uno de los más maravillosos de mi vida. Sin saberlo entonces, este día formaría parte de mi vida como un antes y un después.
Han pasado 6 años y aunque aquel día estábamos ilusionados y esperanzados y ya te queríamos como parte nuestra, ha sido el paso del tiempo, el que ha hecho que el recuerdo de aquél marvilloso 27 de enero de 2008 sea el recuerdo de un principio, de una vida compartida ya para siempre.
Santa Ángela y tú, mi pequeña, conmigo desde aquel día. Aún no sabía cuan importante sería ese día para nosotros, pero ya ves, hija, era una intuición, un deseo, una realidad. Cuando recibimos la llamada de la clínica diciendo que sí, que fuéramos que había transferencia, no pudimos ser más felices. Era 27 de enero Santa Ángela y aunque serían unos meses después cuando conociéramos que serías niña, ya teníamos buen presentimiento.
La vida se abría paso. Tú ya luchabas. Tú ya eras parte de nosotros. Empezaste a crecer en mi interior y desde ese mismo día nuestro amor por ti fue ya infinito. Creímos en tí desde el principio, de alguna forma supimos que ese día sería mágico y tú lo sentiste y de entre todos, tú, mi pequeña, mi hija, mi luchadora, mi ángel, quisiste quedarte y ya ser un todo con papá y conmigo.
Era el primer tratamiento que hacía después de la muerte de mi madre y también sería el último, porque en un principio así lo establecimos tu padre y yo, así que sentí como que no había nada que perder y sí mucho que ganar y el día en sí, 27 de enero, Santa Ángela, para mí era como una señal, como un decirme: "estate tranquila, que esta vez sí, la vida te traerá un regalo".
Durante los siguientes días, te soñé, te esperé, te cuidé como parte ya de mi vida y al final, y a pesar de un primer susto, se confirmó. Eras ya una realidad y por eso ese maravilloso día, siempre estará grabado en mi corazón, en mi mente y en mi alma. Habíamos dicho que si era niño se llamaría Ángel y si era niña Ángela, por mi cuñado, y el decirnos que el transfer sería precisamente en Santa Ángela fue como la confirmación a que todo iría bien.
Guardo todos y cada uno de los recuerdos buenos y maravillosos que compartimos desde aquel día hija mía, porque me diste, nos diste muchos y grandiosos maravillosos momentos. Ese día fue el comienzo, ese día fue el regalo de tu vida, ese día fue el milagro de la vida, ese día tú decidiste quedarte y luchar. Ese día Ángela, tu vida y la nuestra ya fueron una. Te queremos desde ese instante porque fue pura magia, puro amor, pura entrega. Nuestra hija.
Hija mía, te queremos con toda el alma y fuiste y serás nuestro mejor regalo. Te queremos vida mía.
7 comentarios:
La vida no deja de mandarnos señales, aunque muchas veces ni nos damos cuenta. Eres una persona tan especial, que te diste cuenta enseguida de tu señal. Y eres tan especial, que recuerdas con alegría aquél día y lo transmites, porque me ha llegado esa ilusión que vivistéis.
Un fuerte abrazo
Mari, nadie te va a quitar esos momentos y esos meses de alegría, no lo olvides nunca.
Sí Trax, fue un día muy muy especial y siempre lo recordaré con la misma ilusión que aquel día lo viví, por el día en si mismo, por lo que comenzó y pudimos vivir después y porque por desgracia hoy no tengo a mi pequeña conmigo y se hace aún si cabe más especial aquel día.
A ti te pasará lo mismo el día que te llamen para decirte que tus bomboncitos están en camino. Ese día será especial aunque no los conozcas aún, ese día empezarás a quererlos con toda el alma.
Un besazo.
Muchas gracias Eva. Gracias. Sí, esos momentos, esos recuerdos, nos han valido por toda una vida. Fueron tantos y tan maravillosos, que es difícil poder explicarlos. La verdad es que los vivimos todos y cada uno de ellos con mucha intensidad, con mucho amor, con mucha magia.
Un fuerte beso.
Que bonito. Cuanto amor se llevó esa niña y cuanto amor os dejó en el tiempo que la llevaste contigo. Es maravilloso que puedas tener esos recuerdos, porque eso, como bien dice Eva, nadie te lo podrá arrebatar. Tú eres, has sido y serás por siempre, la mamá de vuestra Ángela.
Un besazo mi niña
Ay Ana Cristina¡. Sí, hubo mucho mucho amor. Fueron nueve maravillosos meses en donde pudimos disfrutar de muchos momentos buenos, de mucha felicidad, de mucho amor.
Ella nos regaló un amor puro, un amor infinito, desinteresado, verdadero, nos enseñó una lección de vida. Yo espero que ella sintiera eso mismo, porque tanto su padre como yo la queremos con toda el alma y la quisimos desde el mismo instante de la vida. Supongo que a todas, en el momento de decirte que estas embarazada, la alegría es inmensa, pero además, en el caso de las que nos cuesta más, de las que lo tenemos más difícil, las que tardamos más, la alegría es todavía mayor, es más como darte cuenta de ese verdadero milagro de vida. O como en el caso de Trax, que el día que reciba la llamada de que sus dos bomboncitos son ya una realidad y están en camino, ese día será para ella y su marido una explosión de alegría, de felicidad, de ver que el sueño se hizo realidad.
Mi Ángela fue un regalo, un milagro, fue el sueño hecho realidad. Mi Ángela fue y es una luz en mi vida, lo malo es que el dolor a veces apaga esa luz por tanto amor.
En fin, que gracias. Gracias.
Un beso fuerte fuerte.
Hola,
solo quería decirte que LO SIENTO.
De verdad que siento tanta pena por vuestra pérdida ...
yo también tengo ahogado el corazón por una negligencia médica.
Ya no tengo en mis brazos a mi hija Miriam.
Y que difícil resulta ya la VIDA, hay que mantener el tipo por la familia, el marido, los amigos ... pero que esfuerzo tan enorme tenemos que hacer algunas MADRES.
Existe un antes y un después.
Porque conozco ese DESALIENTO de primera mano te deseo que tengas ÁNIMO para continuar (que de veras no nos puede faltar).
Un abrazo cariñoso de mi parte para ti.
Querida Anonima, gracias por tus palabras de aliento, de consuelo y de comprensión. Yo también siento en el alma la pérdida de tu hija Miriam y más aún teniendo en cuenta, que como me dices fue también por una negligencia médica.
Sí, la vida resulta dura, muy dura y desde luego hay un antes y un después porque ya nada sigue siendo igual. Porque todos los planes, las ilusiones, los sueños quedan en suspenso y es como si uno siguiera metido en un bucle queriendo que todo hubiera sido distinto. Pero un consejo quiero, darte, lo de mantener el tipo por los demás. No lo hagas. Permítete sentirte como tú quieras sentirse porque de otra forma estarás prisionera de tus propios sentimientos. Es cierto que hacemos un esfuerzo por la gente que tenemos alrededor y que sufren viéndonos mal, pero ese esfuerzo que hagas, procura que siempre sea porque quieres ir a la misma vez superando los momentos malos, los días peores y los sentimientos de vacio. No lo hagas únicamente para que los demás te vean bien porque sino será aún peor, y ya es bastante horroroso, malo y cruel el día a día.
Aquí estoy, y mi correo figura en mi perfil, para cualquier cosa que quieras.
Yo te mando también para ti, mucha energía positiva y un beso con mucho cariño. Y también como hago con otras mamás que también han perdido a sus pequeños, si no te importa otra muy especial para tu hija Miriam, como yo digo, nuestras estrellas gorditas.
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