El 14 de octubre cumplía. Si no me había puesto de parto antes, ese día tenía hora en la UDO de la Arrixaca para hacerme monitor, ecografía y ver como estaba. El 16 me había dado hora la ginecóloga de lo privado, también para ver como iba y lo que haríamos si no me había puesto de parto.
Habíamos hablado de conservar sangre del cordón umbilical, pero nos dijeron que en la Arrixaca no dejaban coger muestras y aunque por lo privado no había problema, casi teníamos decidido que daría a luz en la Arrixaca , pensando que aunque yo no tendría las comodidades de la privada, si había algún problema, en la Arrixaca había UCI neonatal y mejor equipamiento "material". No podríamos coger muestras del cordón, pero eso era para un futuro y ahora lo importante era que naciera bien. No nos quedaba otra.
Por si acaso me ponía de parto antes, ya tenía preparado nuestro equipaje. Si al final daba a luz en la Arrixaca necesitaba menos cosas para mi y para ella sólo necesitaba la ropita que le pondría para salir. Como no tenía muy claro el tiempo que haría le puse dos conjuntitos. Uno se lo había comprado yo. Era una pequeña camisita con unos pantaloncitos rosas y con muñequitas de Hello Kitty. Los calcetines iban a juego, con una muñequita en cada uno. ¡Me encantaba¡, no hacía más que imaginármela con el conjunto y los pequeños calcetines. Pero como era de tela fina, por si acaso eché un conjunto que me había regalado me suegra. Era de Aghata Ruiz de la Prada. Monísimo. Era de dos piezas también, pero esté se veía todavía más chiquitín que el otro. Iría también para comérsela. Metí también una chupeta, unos bodys, peines, colonia y la toquilla.
La mini cuna ya tenía sus sábanas. El carricoche también. Ya le había cosido un lazo rojo y un escapulario. En vez de cogerlos con imperdibles los cosí. Me costó más trabajo porque con el barrigón era más difícil, pero me daba miedo que en algún momento el imperdible pudiera caerse y se ahogara.
Habíamos visto también como se ponía el capazo en el coche para que cuando fuera Juan Carlos a buscarnos lo llevara bien cogido, ya que yo si podía, quería sacarla en brazos.
Como no me puse de parto, el día 13, que en Murcia era fiesta, nos fuimos a comer fuera. A mí me apetecía mucho comer un pastel de puerros que hacen en un restaurante al que hacía tiempo que no íbamos, y allá que nos encaminamos. ¡Que bien comimos! ¿eh, mi reina?. Tu última comidita fuera de casa.
Mi precioso tesoro. Ya llegaba el día 14. Habían pasado los maravillosos nueve meses que te llevaba dentro. Tú eres el mejor regalo del mundo. ¡Mi vida!.
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