martes, 29 de noviembre de 2011

UN SENTIMIENTO INEVITABLE

Hoy escribo este post, porque quizás en su momento no me expresé con claridad sobre mis sentimientos relativos a lo vivido el día que murió Ángela y las consecuencias que han hecho mella en mí y que como madre me han hecho plantearme.
Creo que es inevitable y sí, a veces me pasa y lo he pensado. El sentimiento de culpa. Pero la psicóloga (a la que sigo yendo), me dijo que como madre es normal que lo piense, porque una siempre piensa y quiere en todo momento lo mejor para sus hijos y ante la imposibilidad de poder hacer nada, queda ese sentimiento. No he pensado en lo de la elección de hospital, porque realmente pensamos en su día que hacíamos lo mejor por ella, sobre todo pensando en los medios técnicos de los que disponen en la Arrixaca, desde luego no por el personal, del que no tenía noticias, ni buenas ni malas hasta la fecha, en la que por desgracia al estar metido en estas circunstancias, ya empiezas a saber, a escuchar otras historias y ves que la realidad no es lo que pensabas. Por eso, gran parte de nuestra lucha porque se sepa nuestra historia es por intentar dar a conocer lo que hay allí, (aunque también puede ayudar para otros hospitales), que por supuesto, ya lo he dicho en otras ocasiones, no puedo ni debo juzgar a todos por igual, pero es mejor ir prevenido y sabiendo muchas más cosas de las que sabemos del parto y nuestros derechos.
De lo que sí me queda duda y pienso muchas veces, es porqué no llamamos a nadie de los que conocíamos, porqué no avisamos a amigos o familiares que tenemos que son médicos. Pero rápidamente pienso que NO, que yo no tenía porque pensar nada malo, que estaba en un hospital, que no fui de urgencias, que era un parto programado y por ser In Vitro, de alto riesgo. Así que, aunque a veces piense que podía haber hecho algo más, se que no fue culpa mía y sé que no conduce a nada el pensar "que habría pasado si........." NO. Lo único que sí se me repite una y otra vez, y también trato de quitarme de la cabeza porque tampoco tiene solución y esto si me, si nos vuelve locos, es pensar que si hubieran hecho su trabajo, si me hubieran escuchado, si se hubieran molestado en ver el monitor, si hubieran atendido mis llantos, mi dolor y mi miedo por lo que estaba viendo, mi hija NO HABRÍA SUFRIDO LO INDECIBLE durante más de 3 horas, en las que vi constantes bajadas de su ritmo cardiaco por debajo de 100, 90, 70, 60 y 45 así como alguna que otra taquicardia por encima de 210 intentando luchar como una jabata, hasta que ya no pudo más y murió.
Fue tanta la angustia y desesperación por ver que nadie hacía nada, que si hubiera tenido un cuchillo a mano, me habría rajado yo misma la barriga para sacarla. 
Mi sentimiento es de rabia y de impotencia por saber que mi hija no murió por una enfermedad, no murió porque fuimos de urgencia al hospital y ya no se pudo hacer nada. Intentas con todas tus fuerzas, que esta realidad, que esta rabia e impotencia no dominen tu día a día. Y con esta fuerza que intentamos sacar muchas veces sin saber de donde y otras muchas gracias a la gente que nos quiere, que está pendiente de nosotros y que gracias a sus palabras, a sus consejos, a su compañía tanto bien nos hace. Por eso siempre agradezco en el corazón, vuestras muestras de cariño, de comprensión, vuestro apoyo y ánimo, vuestros consejos llenos de buenos sentimientos.
Y sí, se hace duro, es duro, pero vamos luchando, vamos viviendo, vamos hacía adelante, aunque a veces, es inevitable no mirar atrás y pensar y tener bajones. Pero ahí estamos.
Por ti mi amor, habríamos dado la vida tu padre o yo, pero no pudimos y hoy intentado mirar hacía delante, siempre estás en nuestros corazones. Te queremos.

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