viernes, 28 de septiembre de 2012

MEJORAR NUESTRA ESCALA DE VALORES

Me han dicho en alguna ocasión que transmito bondad y buenas sensaciones, pero no es sólo la apariencia con lo que yo trato de que la gente que me importa se quede, yo quiero que eso que soy y que sigo aprendiendo y quiero inculcarme cada día, pueda servirles a los demás para hacerles la vida mejor, para que no se amarguen con tonterías, para que no den importancia a lo que no lo tiene, para que un enfado en un momento, quede en eso, en ese momento y luego se olvide porque la vida ya nos trae suficientes problemas y tristezas sin buscarlas.

Yo soy de las que piensa que uno no debe hacer lo que no quiere que le hagan a uno porque a pesar de ello, como cada uno tenemos una forma de ser, siempre habrá cosas que hagamos que puedan molestar a los demás, que no se hagan con intención pero que al variar nuestra escala de valores o prioridades de unos a otros pues al final, el resultado sea distinto para unos u otros.

Creo que esto es importante para saber pasar de muchas cosas, de muchas actitudes, para no dar mayor importancia a una discusión por un malentendido o por una forma distinta de ver las cosas. Creo sobre todo que es importante saber que no somos perfectos y que igual que a nosotros nos molestan cosas de los demás, también hay cosas nuestras que puedan molestarles a ellos de nosotros. Y creo firmemente que no puedo estar criticando la actitud de una persona, si yo luego actúo igual y además  me doy cuenta, porque eso sería muy cínico por mi parte, es decir que procuro no mirar la paja en el ojo ajeno sin antes pararme a reflexionar si yo misma actúo así.

Aprendo, cada día intento aprender y no sólo por intentar ser mejor persona, sino porque es también una buena manera de llenar mi vida de estabilidad, de energía positiva, de buenas vibraciones y hay cosas que quizás antes hacía o decía, pero que ahora procuro verlas desde otra perspectiva, y cuando veo algo en alguien que no me gusta y que quizás yo también hacía o decía y me veo reflejada en esa persona, intento cambiarlo para mejorar mi vida, y si me doy cuenta que este cambio me aporta bienestar, tranquilidad, paz y alegría intento compartirlo con los que me importan para ayudarlos a mejorar su entorno y hacerles ver que quizás, sólo quizás puedan sentirse mejor consigo mismos y a la vez hacer sentir mejor a los que quieren. Aún así hay gente que por más que te empeñes no ven más allá, y nunca miran que quizás puedan ser ellos los equivocados, los que ofenden, los que nunca ven nada positivo de las cosas o las personas. ¡Pues es una lástima!, lo siento por ellos y lo siento por mi porque en su empeño por no cejar en su empeño me hacen no poder disfrutar de ellos. Ni ellos de nada.

Son sólo unas pequeñas cosas que voy aprendiendo mi pequeño tesoro desde tu muerte, porque me dejaste ¡tanto amor, tanta bondad, tan bonitos recuerdos de ti, tantas sensaciones!. Te queremos vida mía.

martes, 25 de septiembre de 2012

ELIJO LO POSITIVO

Este verano no sólo me ha servido para tener unas semanas de reflexión, de intentar aislar mis pensamientos más tristes, sobre todo teniendo en cuenta la llegada de septiembre y el temido octubre, sino que he intentado sacar buenos momentos para que la cuesta sea menos empinada y así seguir aprendiendo de la vida y seguir sacando partido a ese aprendizaje de cada día.

Así que hemos hecho varias escapaditas, donde hemos podido disfrutar del sol, el mar o la piscina, la comida, la tranquilidad o el bullicio, las risas, las charlas solos o con amigos, y además hemos hecho un viajecito que nos ha servido para darnos cuenta de que algunas personas no saben disfrutar de la vida, ni valorarla, ni apreciarla, ni agradecer muchas cosas teniéndolo casi todo y teniendo a su lado como ejemplo a personas a las que la vida les ha machacado sin piedad y a pesar de ello hacen un esfuerzo sobre-humano por no amargar a nadie, por alegrar las reuniones, por reirse hasta de su sombra para sacar lo bueno de las "pequeñas situaciones malas", por sacrificarse en otras para que ellas disfruten por el simple echo de verlos a gusto y disfrutando de algo que sabes que les apetece, y en fin, una serie de cosas que uno hace porque sí, porque es así y porque además la vida nos ha enseñado a Juan Carlos y a mi a quedarnos con lo pequeño, a buscar los momentos buenos, a reirnos de una mosca que pasa volando, a pasar de muchas cosas que no merecen la pena para aprovechar mejor una situación, porque los momentos malos vienen solos, porque llorar, sentir rabía o enfadarnos, lo hacemos con lo que verdaderamente importante, con lo que realmente te toca el corazón y que además no tiene solución.

Por eso en vez de ver la suciedad de una ciudad, me he quedado con lo pintoresco del lugar, sus callejuelas, sus tiendas como hace 50 años o más en España, su comida, su helado,hummmmmm,  la suerte al escoger a un buen taxi-guía, o me he reído subiendo en trenecito turístico por unas calles tan mal asfaltadas y que te hacían temblar como una gelatina y por tanto no podías sacar ni una foto, jajaja, o bajando después en un autobús donde literalmente no cabía un alfiler e íbamos por lo menos a 60º todos sudando como cerdos, pero riéndonos de la situación porque yo le decía a Juan Carlos:- ¡joder, que asco, el tio que llevo al lado me esta pegando el brazo y me esta dejando todo su sudor- y Juan Carlos empezaba a rirse y me decía:- ¡joder, pues lo mismo debe de pensar la tia que llevo yo al lado de mi, porque yo voy igual, jajajajaja!, o buscando tienditas donde comprar regalos para todos a pesar del gentío o el calor, o visitando por tercera vez una ciudad que no teníamos ganas de ver pero por los amigos lo haces y tan contentos, o haciéndonos a la ídea antes de salir de que no íbamos a ver algunas cosas porque con los que íbamos no suelen ser muy puntuales y era mejor ir con esa ída hecha y no pasa nada, o mirando la parte positiva de una porquería de excursión que nos vendieron como el no va más y que luego resultó un fiasco en todos los sentidos, pero que nos siervió para al menos conocerla en un día y no volver en otro viaje por más días como en un principio pensamos que así sería, (hasta que fuimos claro), o comiéndonos un "delicioso" bocata de tortilla de patatas y otro de jamón en el tren de vuelta, mientras los otros decían que qué asco de comida, y así un sinfín de cosas que me hicieron sentir pena por estas personas que nos acompañaban, sobre todo por una de ellas, que se pasó más tiempo viendo lo negativo que lo positivo a pesar de querérselo recalcar en más de una ocasión. ¡Que se le va a hacer!.

Mi estrellita gordita, sé que guías mi camino a pesar de no ver la luz al final de él. Te queremos.

jueves, 20 de septiembre de 2012

UN TIEMPO DE REFLEXIÓN

Hace ya un mes y medio que no escribía. Es la primera vez desde que inicié el blog que he estado tanto tiempo sin escribir y el motivo no ha sido otro que el sentir la necesidad de desconectar por un tiempo, de centrarme, de pararme a reflexionar sobre mi estado emocional actual, de analizar todos y cada uno de mis sentimientos, de mis pensamientos, de mis sensaciones. Ha sido también como encerrarme un poco en mi misma, como en una caja hermética para ver realmente si de alguna forma, esto me ayudaba a alejar mis pensamientos, mis sentimientos. Para ver si podía olvidar tanto, tanto, tanto.

No ha sido posible. Está y estará por siempre ese dolor intenso, ese vuelco en el corazón cuando por una décima de segundo tu pensamiento escapa sin querer a lo que pudo ser y no fue y veo su imagen, dormida, relajada, serena y yo queriendo abrazarla, besarla, acurrucarla, mimarla ......... protegerla.

Pero ya, ese pensamiento sólo debe durar en mi el tiempo necesario para no derrumbarme, para no martirizarme, para no dejarme arrastrar a la más profunda tristeza y lucho, lucho y lucho. Una vez más lucho con todas mis fuerzas, para que sólo deje en mi una rápida nostalgia que no me impida vivir, valorar, ver y disfrutar todas las otras muchas cosas que tengo en mi vida y que también por ellas tengo que estar agradecida y feliz, a pesar de los pesares.

Sí, será una mochila con pesadas piedras que siempre llevaré en mi,  pero he de poder saber llevarla, y aunque no comprenda, ni acepte, al menos sí pueda cargarla sin dejar que me tire al suelo y quizás un día pueda aprender a construir un puente con todas esas piedras.

Te quiero con toda mi alma pequeñica mía. Mi muñequita, mi niñita, mi pedacito de cielo azul, mi estrella gordita, mi precioso angelito dorado. Te queremos.