jueves, 24 de mayo de 2012

NOTAR O NO NOTAR, ESA ES LA CUESTION

Sí, como dice el título de esta entrada es así. Notamos o no notamos algo, nada, todo, imaginación, realidad. No lo sé, a veces creo que si, otras que no, y si noto algo un día luego quiero que eso siga por los días siguientes y es un rollo, una verdadera comida de cabeza. Lo que si es cierto, es que el pecho lo tengo un poquito más grande, tengo pequeños pinchacillos en la parte de abajo del ombligo, tengo el estómago suelto, bastante diría yo, se me han quitado las ganas de comer y hay momentos en los que tengo el estómago un poco revuelto.

Demasiadas cosas diría yo, posiblemente todo sea producto de mi imaginación y no quiero ir haciendo cábalas, aunque ya sabéis que llegado a este punto eso es imposible, ya los tienes dentro, ya son parte de ti, ya los quieres, y les hablas y les dicen que luchen, que sean fuertes, y tú en lo poco que puedes hacer todavía, pues intentas protegerlos como mejor puedes o como mejor te sientes, y es ir no haciendo esfuerzos, no cogiendo cosas que me tenga que agachar, ni tampoco en las que me tenga que estirar, tampoco me mato andando, aunque esta vez si que empecé a moverme desde el primer día, y daba mis pequeños paseitos de 5 o diez minutitos cada hora y media o dos horas, el resto o bien tumbadita con las piernas en alto o bien, sentadita con las piernas en alta, bebía acuarius, para que ellos estuvieran bien hidratatidos, comía variado y sano y tampoco con excesos, y sobre todo, y a pesar de muchas cosas, me reí mucho durante los primeros días. Buscaba películas cómicas, luego me acordaba de ciertas escenas que me hicieran seguir sonriéndome, como no, me acordaba de todas las caídas que tiene mi pequeño ahijadito, que a veces parece un viejo de lo que sabe, ponía música alegre o que para mi tuviera un significado especial, bailar no bailaba, pero si sentía la armonía de la música.

El resto del día pues bien, intentando no pensar, pero estando positiva, creyendo en mi canción suerte (aunque ya no volví a oirla), yo la recreaba en mi cabeza. Y con cuidadito, hacía mi cama, hacía mi comidita, ponía mi mesa, ayudaba a recogerla, guardaba la ropa, fregaba los cacharros del fregador, fui a ver dos veces a mi pequeño ahijadito, al que le dijimos que yo estaba malita de la barriga y por eso no podía jugar con él, y el pobrecito me decía que me sentara en el sofá a ponerme buena y que fuera al médico a que me pusieran un pinchazo y me mandaran jarabe y yo mientras sin poder achucharlo como es debido. Y con todo, poco a poco han ido pasando los días, tengo una pequeña barriguita, que supongo que serán en parte por el tratamiento, en parte por la progesterona y en parte, no sé.........., quizás, ojala porque los días van pasando y bueno, cada vez me voy encontrando como menos eufórica, menos ilusionada, más sola en el camino.

Yo les digo, que he intentado hacer todo lo que he podido, incluso a veces más, siendo seguramente exagerada o incluso a veces hasta ridícula, pero no puedo evitarlo, es mi forma de sentir que los protejo, y si pudiera hacer más, haría todavía más, pero tampoco es cuestión de obsesionarse y de olvidarse del todo, pero me gustaría haber podido ser mejor entendida por mi necesidad de que no les pasara nada, de sentirme bien sabiendo que yo hice todo lo que podía para que ellos estuvieran a gustito. Y bueno, en breve saldremos de dudas, aunque mi grito de guerra de estos días atrás, pues ahora me sale un poquito afónico. si, sí, sí.


Puedo con todo, si tu no me sueltas, si tu resistes conmigo y si haces que no me sienta sola, porque es lo que más miedo me da. Te queremos.