martes, 6 de noviembre de 2012

MI MAMAICA

Hola mamaíca. Hola gorda. ¡Cómo te sigo echando de menos! ¡Cómo sigo acordándome de tantas cosas!, ¡Cómo sigo necesitando una palabra de aliento, de cariño, de apoyo, tuyo!, ¡Cómo sigo llamándote cada vez que me siento profundamente triste!, ¡Cómo sigo sonriéndome cada vez que veo algo que sé que te hubiera gustado!, ¡Cómo sigo necesitando todos esos besos que me dabas!, ¡Cómo sigo sintiéndome culpable por no haberte dado más!, ¡Cómo sigo agradeciéndote tanto, tanto!, ¡Cómo sigo viendo tu rostro siempre sonriendo al verme!, ¡Cómo sigo necesitando tu fuerza, tu optimismo, tu valor para enfrentarte a muchas cosas!.

Mamá. Mamaíca, han pasado seis años. Seis años ya, y aún recuerdo lo difícil que me fue aceptar que no volvería a verte, que ya no podría volver a oír tu voz, ni tu risa, ni tu constante preocupación por todo, ni volver a probar tus experimentos en la cocina, o ver tu ilusión preparando una cena de navidad o un cumpleaños. Ya no podría entrar y verte sentada haciendo crucigramas, o fumándote un cigarrillo, o verte esperarme al otro lado de la calle porque habíamos quedado, o recibir una reprimenda tuya porque yo llevaba el pelo mal, o no te gustaba algo que llevaba puesto. No. Ya no podría decirte todo lo mucho, muchísimo que te quería, que te quiero y cuantas, cuantísismas cosas buenas me habías dejado. Pero poco a poco tuve que aceptarlo y tuve que hacerme a la idea y pensar incluso que quizás debías marcharte para no sufrir más por otros tantos acontecimientos que pasarían después y que además así, mi niñita estaría muy bien cuidada por ti.

Y sabes mamá, sigo teniendo grabado tu número de móvil, y aunque sé que es una tontería y que no contestarás, de vez en cuando me gusta marcarlo. Al principio me salia el mensaje de que "estaba apagado o fuera de cobertura", ahora ya directamente no da ni un tono y simplemente se corta la llamada. Lógico, ha pasado ya mucho tiempo y no, no espero que algún día desde el más allá lo cojas y pueda oírte, jajaja, no, aunque me falte poco, jajaja, todavía no me he vuelto loca, pero no sé, es como seguir conectada por una fina línea invisible a ti.

En fin mamá, que te quiero, que te echo de menos, que espero que hayas encontrado la paz y que estés realmente feliz allí arriba, que te sientas acompañada y que disfrutes mucho, mucho de Ángela. Yo aquí esperaré poder sentir tu paz y tu alegría y poder compartir contigo los momentos buenos que pueda tener en mi vida. Te quiero mucho mamá.

Mi precioso tesoro dale un beso grandísimo a la abuela de mi parte y dile que la quiero. Te queremos.