jueves, 29 de noviembre de 2012

AL AMOR DE MI VIDA

Durante todo este tiempo, he dedicado algún que otro post a mis amigos, a mis amigos/as lectores/as virtuales, por supuesto a mi hija, a mi madre y aún no le había dedicado ninguno en exclusiva a mi marido. Mi Juan Carlos, el amor de mi vida y hoy día 29 de noviembre, aniversario de nuestra boda, en el que cumplimos 16 años de casados, hoy este post, esta entrada es para él.

Es para ti vida mía.

Seguro que cuando empieces a leer te sonrojarás y  te dará vergüenza aunque nadie te esté mirando, pero después de tanto tiempo escribiendo el blog hoy me ha parecido un magnifico día para decirte muchas cosas. Cosas que tu ya sabes, porque trato de demostrártelas cada día a pesar de los pesares, pero que hoy, por ser nuestro aniversario, quería dejar constancia escrita y al mundo entero de lo que tú eres para mi, de lo que significas en mi vida, de todo lo que me has dado y me das cada día y de cuanto, cuanto te quiero.

Hacemos 16 años de casados, pero llevamos juntos 25 años y medio. Toda una vida, y en todo este tiempo, no recuerdo ni una sola vez en la que nos hayamos ido a dormir estando enfadados y sin hablarnos, porque de una forma u otra cuando hemos discutido, (muy raras veces), siempre terminados dando el paso el uno o el otro, porque no sabemos sentirnos bien si no estamos bien con nuestra otra mitad.

Tu eres el pilar de mi vida, el aire que necesito para vivir, el estímulo que me hace seguir aunque a veces me cueste tanto, eres todo y más. Sin ti, nada tendría sentido y aunque a veces me fallen las fuerzas, siempre termino resurgiendo de mis cenizas gracias a ti, porque nunca me dejas caer.

Desde que te conozco siempre has estado ahí, en lo bueno, que ha sido mucho, y también en lo malo, que también ha sido mucho. Hemos compartido momentos maravillosos, pero también momentos horribles y sabes, a pesar de todo, no cambiaría ni uno solo de los días, porque todos ellos los he vivido junto a ti. Los buenos nos han servido para poder saber apoyarnos mejor el uno en el otro en todos los momentos malos, que de otra forma, no habríamos podido saber soportar.

Gracias cariño mio por la fuerza que me transmites,
gracias por tu paciencia,
gracias por tu sonrisa que haces que se me ilumine el día,
gracias por sostenerme,
gracias por todas los piropos que me dices, aún cuando no tengo fuerzas para mirarme al espejo,
gracias por tus detalles aunque no haya motivos especiales para ellos,
gracias por apoyarme siempre,
gracias por comprenderme o intentarlo,
gracias por saber dar un paso atrás cuando ha sido necesario,
gracias por llevar las riendas de nuestra vida durante mucho tiempo,
gracias por no dejar que me pierda,
gracias por quererme tanto,
gracias por ser mi yo en muchas ocasiones,
gracias por hacerme la vida tan fácil a pesar de todo,
gracias por compartir tanto,
gracias por ser mi mitad, aunque en realidad seamos como uno solo,
gracias por tu generosidad,
gracias  por tu honestidad,
gracias por ser como eres y seguir aprendiendo para ser mejor,
gracias por valorarme y hacerme sentir especial.
Y sobre todo, amor mio, vida mía,  gracias por darme a nuestra hija, a ÁNGELA y haber podido vivir juntos esos maravillosos 9 meses con ella.

Larga o corta, espero poder seguir compartiendo mi vida contigo y seguir sintiéndonos igual de a gusto y enamorados como siempre lo hemos estado. Seguiremos apoyándonos y cogiéndonos las manos con fuerza cuando alguno de los dos flaquee, pero siempre, siempre, tú y yo. Te quiero vida mía.

Mi precisa hija, sé que sabes como era papá. Sé que lo sentías y te volvías loquita cuando oías su voz, pero ojalá hubieras podido disfrutar más tiempo del maravilloso papá que tienes. Te queremos mi pequeño tesoro.