lunes, 16 de junio de 2014

VER LAS RECOMPENSAS DE LA VIDA

Todavía tengo momentos de alti-bajos. Todavía hay algún flash de angustia y de no entender. Todavía tengo mis días, ............ pero reconozco, que a pesar de estar en esta época que a mi particularmente me descentra y me agobia, desde que recurrí a la hipnosis, la acupuntura y las flores de bach, me encuentro muchísimo mejor y sigo dándome cuenta cada día de que la vida es un aprendizaje constante y de que hay que disfrutar cada momento, por pequeño que sea, por insignificante que nos parezca y sobre todo, compartirlos con las personas que quieres, que te importan, que te ayudan cada día a que en tu vida puedan haber muchos, pocos, grandes o pequeños, pero en definitiva buenos momentos, para recordar, para darte fuerza, para saber que no todo es malo y que es tarea nuestra en gran parte hacer de esos momentos, de esos instantes, algo mágico, divertido, familiar, alegre, entrañable, sincero, armonioso y sobre todo único.

Mucha gente me decía que después de todo lo sufrido, algo bueno nos pasaría, que algo bueno nos traería la vida, y durante algún tiempo, bastante tiempo lo esperé y esperé y ví que no, que no pasaba nada y pensé como ya he puesto en algún otro post, que porqué la vida iba a recompensarme a mi tanto dolor vivido, por qué, cuando había tanta gente en el mundo que sufría, que padecía que moría sin ningún sentido y la vida no los recompensaba, porqué iba a ser yo alguien especial, si tan solo era una gota en un inmenso océano, ¿por qué?. Pero después de estos meses, donde he podido pensar con más claridad, donde el dolor angustioso ha dejado paso al dolor sereno, me he dado cuenta que en realidad la vida si nos ha recompensado, no quizás como pensábamos, no quizás como la gente creía que debíamos ser recompensados, es decir, con otro hijo, no, en realidad hemos sido recompensados con algo que si bien es verdad no tiene que ver con todo lo que representa un hijo, si que posiblemente este muy cerca de darnos esa luz que ellos dan, porque hemos recibido el amor, el cariño, la compañía, la ilusión, el apoyo incondicional, la esperanza y la posibilidad de compartir gran parte de las vidas de nuestros amigos. Grandes, grandísimos amigos que nos han acompañado en momentos muy negros, muy duros, muy malos, y que con sus vivencias, con sus familias, con sus vidas, nos han ayudado a sentirnos parte de un gran mundo y a través de ellos y con ellos, podemos vivir multitud de momentos mágicos, únicos y especiales, que seguramente de otra forma no hubiéramos siquiera imaginado y por tanto podemos decir que somos ricos en vidas, en cariños, en amores, en alegrías, ilusiones, nuevos retos, nuevas etapas, nuevas vivencias que forman parte de ellos y que ellos, comparten con nosotros.

Igualmente, soy consciente de que ahora, gracias a la desgracia o a pesar de la desgracia, puedo vivir la vida exprimiéndola. Es cierto que ya siempre tendremos que aprenderla a vivir de forma distinta, sin ella, pero también es cierto que vivimos el día a día, que no dejamos pasar ningún momento que podamos disfrutar, que sabemos que todo puede cambiar en un momento y que todo lo que podamos disfrutar cada instante debemos aprovecharlo. No hay que gastar grandes fortunas en disfrutar, en vivir, sólo hay que saber elegir, adaptarse y reirse de todo lo reible. Beberse la vida a pequeños sorbitos para disfrutar las pequeñas grandes cosas, compartir todo lo bueno, ser cada día un poco mejor y hacer que la vida de los que nos rodean y nos importan sea más fácil y más feliz.

Se que la vida no me ha recompensado con lo que yo esperaba, pero me he dado cuenta que realmente la vida sí me ha recompensado con grandes, grandísimas cosas y sé que nos falta ella, siempre será así y no podemos cambiarlo, pero tenemos más que quizás muchas personas puedan tener el resto de sus vidas.

Ángela, se que tu luz nos guía, nos da calor y nos hace ser mejores. Te queremos vida mía.