HOMENAJE AL PEQUEÑO HUGO
La semana pasada, al abrir La Verdad digital e ir viendo titulares, llegué a uno que me hizo sobresaltarme, darme un vuelco el corazón y sentir una mezcla de alegría, tristeza, satisfacción, esperanza, rabia........
La noticia era sobre la condena en Murcia a un ginecólogo- JOSÉ QUESADA VILLAR (del hospital de Yecla), por un año de cárcel por la muerte de un bebé como consecuencia de la actuación negligente de éste médico. A primera vista, claro está, no parece mucha condena, pero en realidad, la importancia la tiene el que haya sido condenado en VIA PENAL, cosa casi imposible para un médico y de ahí mi sentimiento de alegría por que es ésta vía la que nosotros estamos persiguiendo y me ponía en el lugar de esos padres y me erizaba pensando en como debían de sentirse en estos momentos, porque deben ser tantos, tantos, tantos sentimientos. Cómo digo no es por el tiempo de la condena, porque en realidad, ninguna condena en el mundo pueda quitarnos el dolor, la desesperación, la rabia, la impotencia tan grande que sentimos, pero al menos si podemos decir que ha habido justicia, la que hay, pero ya es algo.
Pues bien, resulta que en mi anterior post, una persona anónima, me dejo dos comentarios haciéndome referencia a la noticia, recordándome que ya en otros comentarios que me había hecho en otras ocasiones, me había comentado el caso y me daba la posibilidad de ponerme en contacto con estos padres. Yo le contesté y le dije que sí, que estaría encantada y que si ellos querían pues que me mandaran un correo electrónico a la dirección que figura en mi blog.
He estado fuera varios días, y el martes cuando abrí el correo me llevé una maravillosa sorpresa. La mamá de HUGO, que es el nombre del bebé fallecido por la negligencia de esté médico (JOSÉ QUESADA VILLAR, del hospital de Yecla), se había puesto en contacto conmigo.
Me encantaría que nos conociéramos y poder darle un enorme abrazo a los dos y que nos contáramos y nos desahogáramos y sobre todo, darle las gracias por ser tan valientes, por llevar a cabo esta lucha que gracias a Dios, somos pocos los que tenemos que emprender, pero que es necesario, por nuestros ángeles, pero también pensando en los que puedan venir después y reivindicar que este tipo de gente no se merece trabajar en una profesión tan maravillosa y de la que debieran sentirse orgullosos, como es la medicina.
OS DEJO LA NOTICIA ENTERA:
La sentencia considera al médico
responsable de un homicidio por imprudencia, pues su negativa a
practicar una cesárea causó el fallecimiento del niño
Un ginecólogo del hospital Virgen del Castillo de Yecla ha
sido condenado a un año de prisión por un delito de homicidio
imprudente. Su negativa a practicar una cesárea derivó en la muerte de
un bebé a las pocas horas de nacer, según ha dictaminado la titular del
Juzgado de lo Penal número 3 de Murcia, María Concepción Roig. El propio
acusado ha admitido su culpa y ha llegado a un acuerdo de conformidad
con los padres del bebé y con el fiscal, lo que convierte la sentencia
en firme. Ignacio Martínez, abogado de la Asociación Defensor del
Paciente, que ha llevado el caso, subraya que es una de las primeras
condenas por la vía penal a un ginecólogo en la Región.
Los hechos se produjeron hace ya siete años en el Virgen
del Castillo. La madre acudió el 20 de septiembre de 2007 al hospital
después de romper aguas. El embarazo se había desarrollado sin
especiales complicaciones, si bien existía un factor de riesgo al
padecer la paciente diabetes. Ingresó a las 23.25 horas y fue
monitorizada, pero a la mañana siguiente tan solo había conseguido
dilatar dos centímetros. A las 8.00 horas fue trasladada al
pre-paritorio, según relata la sentencia. Se detectó entonces «líquido
amniótico teñido» de meconio, un primer síntoma de que en el proceso
estaban empezando a aparecer dificultades. Sin embargo, el ginecólogo
condenado, que empezó su turno una hora después, (a las nueve) decidió
«inyectar oxitocina a la parturienta, manteniendo una actitud
conservadora y expectante, a la espera de que se produjera el parto de
modo natural», relata la juez.
Signos de alarma
Esta primera actuación del médico fue correcta, según la
sentencia. Sin embargo, ya no lo fue el hecho de que mantuviese su
negativa a practicar cesárea pese a los síntomas que fueron apareciendo a
lo largo de la mañana, y que enumera el fallo judicial: «aumento
progresivo de temperatura con febrícula, aumento de la frecuencia
cardíaca fetal, y lenta y muy escasa progresión de la dilatación durante
varias horas». Pese a la acumulación de señales de alarma, el acusado,
«actuando de manera imprudente», mantuvo su decisión de esperar al parto
natural.
Ignacio Martínez, abogado de la Asociación Defensor del
Paciente, subraya que la madre pidió durante todo ese tiempo «que se le
practicase una cesárea de urgencia». Pasadas las cinco de la tarde, «se
producen deceleraciones muy graves del feto (bradicardia severa), y
todavía el imputado perdió 15 minutos más intentando obtener un parto
vaginal del todo improbable, ya que la madre tenía solo seis centímetros
de dilatación», explica el letrado. Finalmente, el ginecólogo ordenó la
intervención, tras observar «otra brusca desaceleración».
El bebé, un varón de 3,2 kilos de peso, nació «en
asistolia» y presentaba «abundantes secreciones meconiales
intratraqueales». Fue trasladado urgentemente a la UCI neonatal del
hospital Virgen de la Arrixaca, pero nada se pudo hacer ya por salvar su
vida. Terminó falleciendo por «neumonía bilateral secundaria a pérdida
de bienestar fetal agudo, con aspiración de meconio». Previsiblemente,
el ginecólogo no llegará a entrar en prisión. La familia abrirá ahora el
proceso civil para exigir una indemnización.
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Está es la noticia que apareció en el periódico La Verdad de Murcia, en su edición digital, pero también fue publicada en el periódico formato papel.
Ojalá que este tipo de noticias puedan alentar a otros padres a ser valientes y luchar porque se haga justicia.
Ojalá que todos los profesionales dedicados a la medicina puedan leer esta noticia y hacer examen de conciencia. La mayoría no tendrán problemas, estoy segura, pero para aquellos que pueda albergar algún tipo de duda sobre como realizan su trabajo y como tratan al paciente, ojalá que les haga meditar, no ya por las consecuencias para ellos, sino por las terribles consecuencias que acarrean para los que las sufrimos.
Ojalá que los padres de HUGO puedan sentir, al menos paz. Solo eso, paz.
Ojalá que HUGO desde allí arriba, en las nubes de algodón se sienta enormemente orgulloso de sus padres y que a partir de ahora pueda notar, que esa pesada losa que aplastaba el corazón de sus padres, es ahora un poco más ligera y así él pueda también descansar mejor.
Desde aquí mi más sincero, fuerte y cariñoso abrazo a los padres de HUGO, porque sé lo duro que es todo este proceso. Sabemos cuanto se sufre, cuanto se lucha, cuanto esperas, cuanta rabia sale y sobre todo, porque sé que, a pesar de todo, nunca sentiremos que ha habido suficiente justicia que compense la muerte de nuestro HIJO/HIJA.
Mi preciosa princesa, en estos días el cielo debe estar de celebración, porque seguro que HUGO, ahora vuela con su mejor sonrisa. Dale un besito enorme desde aquí hija mía. Te queremos.