martes, 29 de enero de 2013

UN SUEÑO Y UNA REALIDAD

Hace unos días lo hablaba con Juan Carlos y ayer casualmente lo comentaba con mi amiga-vecina. Es curioso las sorpresas buenas o malas, que la vida te dá y que en nada o en todo puedan parecerse a los sueños o los planes que uno se hacía cuando era más joven.

Yo tenía previsto casarme, formar una familia con dos o tres hijos, ser ama de casa y cuidar de mi casa, mi marido y mis hijos y llevar una vida normal dedicada por completo a ellos. Me encantaba la idea, no me importaba para nada no trabajar y quedarme en mi casa. Me veía levantándome por las mañanas y preparando el desayuno para todos, luego despidiéndome de Juan Carlos al irse a trabajar, llevando a los peques al cole y quedándome con alguno todavía pequeñito, haciendo las cosas de la casa, cocinando, saliendo a pasear con los peques, haciendo los deberes con ellos, bañándolos, poniéndoles el pijamita, leyéndoles cuentos para irse a dormir, mirarlos embelesada mientras ellos dormían, comentar ya a solas con Juan Carlos como había ido el día y luego al llegar el fin de semana, nos iríamos a comer o de viaje con ellos y con amigos y sus hijos y compartiríamos las cosas de unos y otros y nos reiríamos de las anécdotas que cada día nos regalaran nuestros hijos.

De esos sueños o planes a día de hoy el único sueño que se me cumplió es el casarme con Juan Carlos y ser muy feliz a su lado. El resto, mi hija está en cielo y no tengo más hijos, trabajo fuera de casa (aunque bien es verdad que hoy en día eso es un lujo), salgo a comer o de viaje con amigos y sus hijos y comentamos y nos reímos de las anécdotas de sus pequeños.

Y todo esto viene a colación porque este domingo día 27,  era Santa Ángela, el santo de mi pequeña y el día en el que el milagro empezó a ser realidad en mi. Ese día 27 de enero de 2008 ella empezó a crecer en mí y ese día pensé que por fin parte de mis sueños y planes podrían volverse reales y no sólo sueños. Ese día nuestro amor se hizo realidad en ella.

PARA MI PEQUEÑO GRAN SUEÑO

Te había soñado tantas veces,
había imaginado tantos momentos contigo,
me veía mirándote entre mis brazos,
te oía riéndote mientras dormías,
feliz sujetando mi dedo con tu manita,
acurrucada en mi,  piel con piel,
sintiendo tu respiración en cada beso,
oliendo tu dulce aroma a vida,
recorriendo tu cuerpecito con caricias de algodón,
llorando de felicidad al oír tu llanto,
esperando el amanecer sólo para saberte un día más conmigo,
mi mirada y la tuya fundiéndose en una,

Te había soñado tantas veces,
que el día que empezaste a crecer en mi, ya te quise con toda mi alma,
y sin tú saberlo, ya eras parte de la vida de papá y de la mía.

Te había soñado tantas veces,
aunque la realidad superó al sueño
y me hizo saber que ya jamás podría vivir sin ti,
y a pesar de no tenerte hoy conmigo, siempre estarás,
en mi corazón, en mi alma y en mis sueños seguiré soñándote.

Te había soñado tantas veces,
hija, hija mía, mi precioso tesoro,
pensé que el cielo me regalaba un ángel,
y sí, así fue, aunque yo creí que era para la tierra y no para el cielo,
y mi alegría se convirtió en tristeza,
y mi risa en llanto
y mi sueño, en pesadilla,

Te había soñado tantas veces,......

Aún te sigo soñando, mi pequeña Ángela.
Te queremos.