viernes, 20 de diciembre de 2013

LA HIPNOSIS EN EL DOLOR

Bien, tenía que haber escrito antes, pero la verdad ahora tengo momentos en los que necesito desconectar un poco del espacio virtual y me cuesta más centrarme en poder escribir y expresar lo que siento, aún así estoy, sigo aquí. Me cuesta pero a la misma vez lo necesito. Es un escape, un desahogo y una forma de poder seguir ayudando y siendo ayudada.
Espero no demorarme tanto en mi próxima entrada porque, una vez que empiezo a escribir me siento bien, me relaja, me libera........

Y bueno, me quedó pendiente el contaros otra de mis asas, resortes, o nuevas experiencias donde poder agarrarme por intentar salir del circulo vicioso en el que estoy y que me cuesta mucho salir, el cuál no es ni más ni menos que aquel maldito día. El recuerdo constante de lo que viví/vivimos, las horas, los minutos, el dolor, el miedo, el sufrimiento, las consecuencias,........la ilusión perdida, el sin-sentido........., la rabia y el amor, tanto amor contenido........

En esas semanas, meses, en los que he estado otra vez tan, tan mal, hasta el extremo de querer morirme porque no podía soportar sentirme así y recaer una y otra vez, de nuevo no me dejé rendir y de nuevo quise luchar y poder superar ese estado y además querer que esta vez fuera algo más duradero y que me sirviera para hacerme más fuerte, para poder hacer costra aunque la herida siguiera ahí, porque con cada recaída en el abismo el dolor parecía más intenso y me estaba costando mucho ver lo bueno, y recordar los momentos buenos, y estabilizarme con ellos y mi intento de ser positiva.

Hice, bueno, aún lo estoy haciendo, acupuntura. También las flores de bach y al hablar con mi psicóloga y ver como me encontraba me propuso someterme a unas sesiones de hipnosis. No para olvidar, no para hacerme recordar,  porque no es recordar lo que necesito ya que lo tengo todo muy fresco en mi memoria (ese es el gran problema), sino para poder asumir ese día y poder aprender a vivir con ese recuerdo, haciendo que con las sesiones supiera que sí, está ahí y lo viví, pero que cuando me venga el recuerdo, las imágenes, pueda ahuyentarlas, alejarlas y dejarlas en un plano que no me perturben de la forma en la que lo hacen, que sean como el tejado de una casa, que está ahí, sobre nuestras cabezas, pero que no va a caerse encima y a aplastarme.

Tenía miedo, no sabía muy bien a lo que me podía enfrentar, pero aún así, no lo dudé. Y fui y al principio me costó mucho concentrarme porque tenía miedo, mucho miedo y el sonido de mi corazón casi no me dejaba oír su voz, pero poco a poco fui relajándome y serenándome. No es como se ve en las películas, que uno se queda en trance y cuando se despierta no recuerda nada de lo que ha vivido en la sesión. Eres consciente en todo momento, sólo que estás (si lo consigues), muy relajado, sólo oyendo la voz de la persona que te habla y dejándote llevar por donde ella te lleva, pero a la misma vez, dejando libertad para que sea tu subconsciente el que te guie hasta donde el sentimiento tiene que llegar y puedas liberar lo que te perturba, siendo consciente de que lo dejas ir, de que quieres que se vaya. Es decir a mi en concreto, después de inducirme a la relajación profunda, pues me fue haciendo ver un pájaro de bonitos colores, con un canto muy dulce, que estaba conmigo, pero de repente aparecía en una jaula. Yo fui relacionando a ese pájaro con que era mi pequeña, mi Ángela, y era dulce y bonita y estaba tranquila y feliz conmigo, en mi barriga. Pero de repente llegaba aquel día, en el que ella debía salir y la jaula representaba aquel infierno, aquellos minutos, aquellas horas, aquella angustia, y ella estaba prisionera. Mi corazón empezó a acelerarse, mi respiración fue haciéndose más intensa, más rápida, más ahogada, y entonces mi psicóloga me decía que debía dejar que la puerta de la jaula se abriera y que el pájaro saliera. La jaula se iría alejando, es decir el dolor, el recuerdo de la angustia, el miedo, el sufrimiento, ......, la jaula en definitiva representaba lo vivido aquel día y al abrir la jaula y dejar que el pájaro saliera, pretendía que sólo quedara ella, su recuerdo y el saber que a pesar de no tenerla físicamente ella estaba conmigo. Fue muy duro, porque al imaginar la jaula abriéndose sólo la veía a ella alejándose y mi llanto y mi angustia surgieron en tromba sin poder contener la necesidad de querer gritar, de poder agarrarme a ella, de poder retenerla. No podía calmarme, no podía parar de llorar, de sentir que me ahogaba, de tener miedo, pero poco a poco mi psicóloga fue calmándome, haciéndome ver que la jaula se alejaba, pero que mi pequeña seguía a mi lado, conmigo, y yo empecé a sentir que aunque no podía verla, ni tenerla físicamente, mi hija perduraba en mi, en mi alma, en mi recuerdo, a mi lado aún cuando no pudiera sentirla, y la feliz y bonita, en la representación de ese precioso pájaro de colores vivos y alegres y la jaula, el dolor y recuerdo de aquel día, se iba perdiendo de mi vista. Seguía ahí, pero ahora con menos nitidez (al dolor), con menos intensidad (a la angustia), ......... Seguí llorando todavía un rato, y aún con cierta dificultad para sosegar la respiración,  poco a poco fui calmándome y dándome cuenta, que ella no se iba con la jaula, que ella seguía, que no se pretendía que la olvidara a ELLA, que ELLA estaba, pero ahora podía verla y sentirla sin sentir la angustia de aquel día. 

Al volver a la realidad, me sentí aliviada. Todavía no sabía muy bien como iría aquello y si se conseguiría algo. Mi psicóloga me dijo que veríamos como había ido poco a poco, y que no me preocupara, que si veíamos que era necesario haríamos alguna sesión más.

A día de hoy, sigo teniendo miedos, y sigo recordando aquel maldito día, pero por lo menos de momento, puedo decir que me encuentro mejor, porque estaba realmente mal. Tengo mis momenticos, mis lloros, y mis recuerdos, pero, no sé, como más serena. No sé si me durara mucho, poco o sólo es un espejismo a querer encontrarme mejor, pero sí, a día de hoy me encuentro un poco mejor. No sé si será por la hipnosis, por las flores de bach, la acupuntura o todo junto, pero lo intento. Cada día lo intento.

Ángela, te quiero. Te adoro. Te anhelo. Ojalá seas feliz, ojalá estés bien, ojalá seas siempre nuestra luz. Te queremos vida mía.

lunes, 11 de noviembre de 2013

ABANICO DE POSIBILIDADES

Estos meses de estos últimos años, son un poco complicados para mi. El verano, con sus sueños en suspenso. Septiembre, la vuelta a la realidad. Octubre el horror grabado en mi alma. Y noviembre, el vacío de una madre, mi madre.
Pero como también es habitual en mi en estos meses desde hace estos años, pues intento seguir aprendiendo, intento seguir buscando, intento seguir cogiéndome y agarrándome a cualquier cosa que me dé alas, y no precisamente el Red Bull, jajajajaja, para poder seguir en la lucha, en esta lucha que es la vida y que tiene cosas malas, ya lo sé, lo sé bastante bien, pero también tiene cosas buenas, aunque a veces se nos olvide, o más bien, nos queden nubladas o difuminadas por los acontecimientos negativos que también forman parte de nuestra vida.

Y esas búsquedas en las que intento ampliar mi abanico de posibilidades donde buscar la paz, me han llevado últimamente  a someterme a sesiones de acupuntura para sintonizar mi cuerpo y  mi mente; a hacer algo que había oído pero que no sabía exactamente en qué consistía, hablo de Las Flores de Bach, que, bueno, yo intuía que sería algo relacionado con flores claro, pero no sabía qué, ni cómo se hacía, así que probé. La sesión consistió en, estando yo tumbada, me iba poniendo unos tubitos (que contienen el extracto de la esencia de las flores, cada tubito una distinta) en la barriga y me hacía que juntara unos dedos de una mano y ella intentaba separármelos y a la misma vez iba haciendo que el otro brazo lo levantara y tomara también distintas posturas con los dedos. Al final, después de probar con todos los tubitos, y después de hacerme descansar un poco para que los dedos estuvieran más sueltos y fuera más fiable el resultado final, pues me dice que cree casi con toda seguridad que es una de ellas, y me hace la prueba. Me pone esta vez el tubito solo y me hace la prueba con los dedos y ve que entonces no puede separármelos (antes si había podido con el resto de tubitos). Es muy, muy curioso, la verdad. Y entonces me dice que esa es la flor que me va a venir bien para ajustarme pues, todo lo que tengo desnivelado, descontrolado y fuera de sintonía por ahí dentro. Vamos que me va a dar armonía y estabilidad entre el yin y el yan, (todo esto son palabras mías, ella me lo explico de otra forma más profesional claro). 
Pero lo realmente curioso fue cuando lee el nombre de la flor que viene en el botecito, y me dice que qué raro, que el bote no está abierto y que nunca lo ha utilizado, entonces me da a leer de un libro el significado de la flor y sobre todo para qué casos está indicado, y me dice que suele coincidir entre un 70 u 85%. Al terminar de leer yo me quedo muerta y la llamo y le digo si ella lo había leído y me dice que no, que como hasta ahora no lo había utilizado pues que no, que no tenía ni idea y cuando se lo doy a leer, ella también se queda muerta, porque coincide con mi sintomatología, mi estado emocional y mi situación al 100%.

La flor se llama Leche de Gallina, llamada también "Estrella de Belén". Ya el nombre me pone los pelos de punta. Estrella de Belén, relacionado con un nacimiento. Mi estrella más gordita.




ESTRELLA DE BELÉN

Star of Bethelem


Proporciona fuerza para superar los golpes de la vida que provocan un choque emocional. Trauma


También llamada "Leche de gallina", es el remedio que trata las secuelas de los traumas físicos como: accidentes, traumatismos, agresiones; y psíquicos: un hecho grandes disgustos, muerte de seres queridos, presenciar desagradable, rupturas afectivas.... Cualquier contratiempo puede, dependiendo de la vulnerabilidad de cada persona, provocar un shock. La persona queda desorientada y con la conciencia desordenada, existe una lucha constante por mantenerse entero, pero el sufrimiento interno es muy grande.

Un shock supone una repercusión directa a nuestro sistema emocional, y cuando la persona no es capaz de asimilarlo se produce el trauma que, de no resolverse,  puede quedar anclado en la mente durante mucho tiempo.

Nos encontraremos, entonces, ante personas al borde del abatimiento, desesperados, sumidos en un vacío desolador, sin iniciativa. Incluso evitan realizar ciertas actividades argumentando que les traen malos recuerdos. Rechazan ayuda y consuelo, llegando, en ocasiones, a entrar en mutismo y desconsuelo.
El corte de corriente energética que se produce es tal que las manifestaciones van más allá de los bloqueos mentales, llegando a los corporales al desarrollar: úlceras, crisis cardíacas, tensión nerviosa, depresiones, enfermedades varias que no curan......

Muchas de las enfermedades psicosomáticas pueden tener su causa, precisamente, en un trauma no resuelto. Estrella de Belén en la flor adecuada porque equilibra, tranquiliza y normaliza, evitando bloqueos físicos o emocionales que degeneran en enfermedades. Ayuda a enfrentarse a las situaciones traumáticas, es un verdadero sellador psíquico.

Al añadir esta esencia en una mezcla personal  el trauma fluye, la persona consigue asimilar la situación que lo provocó y se siente en paz al recobrar el equilibrio.

Estrella de Belén es un bálsamo para el dolor. Bach decía de esta flor: "Es el consuelo del alma, calma los dolores y las penas"
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Bueno, después hace un preparado con este extracto y te lo tienes que tomar durante un tiempo. Lo normal es cuatro gotas, cuatro veces al día, pero a mí, dado como me encontraba, me mandó cuatro gotas, seis veces al día.

Y la verdad, entre las gotas, las sesiones de acupuntura,  y otra cosa más, que contaré la próxima entrada, voy retomando de nuevo el vuelo. Por mí que no quede.

Te echo de menos. Siempre será así. Aunque aprenda a vivir, siempre te echaré de menos. Te queremos.




miércoles, 16 de octubre de 2013

POR Y PARA ÁNGELA. 5 AÑOS

Ya son 5 años. Y como todos los años mando al periódico La Verdad de Murcia, una carta para que la publiquen en Cartas al director, como un homenaje a Ángela, pero también para seguir reivindicando de alguna forma lo que me hicieron, lo que nos hicieron aquel día.

Como todos los años, hoy hemos ido al cementerio, a llevarle un centro de flores, (en vez de un ramo, que es lo que le solemos llevar durante el año), para que sea algo más especial y un pequeño detallito. Esta vez ha sido un angelito que compramos este verano estando de viaje, en una calle de Nápoles, preciosa, muy típica, estrechita y con muchos puestos a izquierda y derecha de belenes, figuritas, y aunque todos eran muy parecidos, fue en la última tiendita donde al mirar ví un montón de angelitos que me encantaron. Elegí uno entre todos, y una vez que lo tenía pagado y envuelto, me dice mi amiga-vecina que iba a nuestro lado: -"¿has visto como se llama la tienda?". Nos quedamos de piedra. Ponía Ángela. Era la última de la calle, y tuvimos que llegar hasta ella para comprar allí el angelito.
Hoy ya está allí con mi pequeña.

Y como no. Cuando hemos llegado había un precioso ramo de nuestra amiga-vecina y un tiernito peluchito de Hello Kitty.

Mi precioso ángel. Ahí va mi pequeño homenaje en el día en el que como dice Ana Cristina en su blog http://anusca77.blogspot.com.es/2013/10/la-pequena-angela.html, en el precioso homenaje que ella también le ha hecho, teníamos que haber estado soplando velitas y cantando el cumpleaños feliz. Te quiero, te queremos con toda el alma hija mía.


POR Y PARA ÁNGELA.


Ya han pasado cinco años, pero parece que fue ayer.
Creí que con el tiempo el dolor sería menos intenso.
Creí que el recuerdo de aquel maldito día iría difuminándose y que el sonido del pitido del monitor anunciando que te estabas quedando sin oxígeno iría desapareciendo, pero sigue retumbando en mi mente al igual que mi llanto incesante pidiendo que te ayudaran.
Creí que luchando con todas mis fuerzas podría terminar por aceptar, por hacerme a la idea de una vida sin ti.
Creí que intentando pensar que estas bien y feliz ahí arriba y que quizás tu muerte pudo servir para concienciar de la importancia de atender con profesionalidad y sobre todo con humanidad a otras madres y bebés, podría ayudarme a llevar mejor la carga de tu muerte, del por qué de tu muerte, pero lo cierto es, que la vida sigue pasando y yo sigo intentando con todas mis fuerzas seguir aprendiendo a vivir agarrándome a cualquier cosa que pueda despertarme una sonrisa, un momento de paz y sosiego, valorando y disfrutando las pequeñas cosas de cada día para ir almacenando bonitos recuerdos que puedan compensar el dolor de mi alma y mi corazón.
Pero sabes mi pequeño ángel, mi niñita, mi pequeño gran tesoro, todo eso sigue ahí, aunque a pesar del dolor, o quizás gracias al dolor, he aprendido a darle a las cosas la importancia que realmente tienen, y he aprendido que un beso, un abrazo, una caricia, una mirada, una palabra, un amanecer, el primer capuzón del verano en el mar, una buena comida, un bonito paisaje, una flor nueva en el jardín, un amanecer o un precioso cielo estrellado, un día de excursión, un buen rato con los que quieres o simplemente un dormir y despertar tranquilo, ya son motivos para ver el otro lado de la vida, para ver que aún tengo que seguir aprendiendo a vivir, pero que gracias a todas estas pequeñas o grandes cosas, la lucha se hace más llevadera.
Hija mía, intentaremos ganarnos el cielo con todas nuestras fuerzas para no perderte nunca más. Te queremos. Tus papás Juan Carlos y Mª del Mar.
En el día de tu 5 aniversario-cumpleaños, te queremos mi pequeño gran tesoro. Tus papas.

lunes, 14 de octubre de 2013

UN PEDACITO DE MI EN "PALABRAS QUE CONSUELAN"

Hace unos pocos post, os puse el enlace del blog de una magnifica mujer, Mercé Castro, que perdió a su hijo Ignasi con 15 años, hace ya 15 años y que a mi me ha ayudado en muchos momentos, porque aunque las edades de nuestros hijos difieren tanto, el echo de una muerte traumática y el propio echo de que  un hijo es un hijo, a través de su blog, y a través también de algún correo privado, me ha ayudado a ser más valiente, a saber que sí, se sufre, se sufre mucho y que hay mucho dolor, que en ocasiones es insoportable, pero que se puede volver a aprender a vivir.
Su ejemplo, su fortaleza, sus vivencias, sus sentimientos, sus delicadas palabras siempre acertadas, su forma de afrontar el día a día, me han ayudado, me he sentido reconfortada porque me he visto muchas veces reflejada en ella y sé que lo que siento es normal, a pesar del tiempo transcurrido.

Muchas veces me habéis dicho a mi, que soy muy valiente, que soy un ejemplo a seguir, y en mi pequeña modestia, en mi pequeño espacio a través de este blog y también en mi día a día, intento poder hacer ver a los demás, que siempre hay donde agarrarse, siempre hay donde mirar, siempre hay donde aprender, sólo necesitamos querer. 
Siempre digo que yo cojo pequeños o grandes trocitos de todo lo que pueda creer que pueda ayudarme, lo hago muchas veces a través de otros blogs, de muchos de los que sigo, entre los que está en muchas ocasiones el de Mercé, ojalá que yo también pueda servir en algún momento para poder ser ejemplo de donde aprender.

Hace un tiempo publicó un libro titulado Volver a Vivir, donde relataba como un diario de su día a día durante el primer año de la muerte de Ignasi.

Ahora, hoy día 14, unos años después de su primer libro, sale publicado el segundo  http://comoafrontarlamuertedeunhijo.com/palabras-que-consuelan/ :"Palabras que consuelan", y esta gran mujer ha incluido un capítulo en su libro titulado "Momentos Mágicos", en el que ha querido contar con el testimonio de muchos de los que le solemos escribir, y que trata de eso, de pequeñas historias que nos han ocurrido a raíz de la muerte de un ser querido y que han constituido para nosotros un momento mágico, o especial o transcendental que nos ha hecho ver una señal en él, o un sentir más cerca a ese ser que se nos fue.

Una de esas historias con las que ha contado, he tenido el privilegio de habérsela enviado yo y me siento muy muy orgullosa y sobre todo agradecida por formar parte de ese estupendo y maravilloso proyecto que es este libro.

Esta es la portada:





El capítulo se llama como ya he dicho "Momentos Mágicos" y mi historia ya os la he contado alguna vez, pero os la cuento tal como se la conté a Mercé y así ha sido publicada
:
LA ABEJA MAYA:.

Cuando estaba embarazada de mi hija Ángela, siempre que me duchaba ella se movía, como inquieta, no sé si era porque el ruido del agua le asustaba o no le gustaba, o eso pensaba yo. Así que me dio por cantarle la canción de la serie infantil de La abeja Maya, y ella se tranquilizaba y dejaba de moverse.
Cuando murió mi pequeña, estuve buscando por muchos sitios un muñequito o un peluche de la abeja Maya para llevárselo, para que lo tuviera al lado de su lápida. Pero como era una serie que hacía mucho tiempo que no ponían, no lo encontraba en ningún sitio. Así pasaron los meses, incluso más de un año. Hasta que un día de viaje por Roquetas de Mar, donde solemos hacer alguna escapadita de fin de semana para recargar pilas, al entrar en una tienda de chuches y muñequitos, al fondo, en un estante lleno de peluches, vi a la abeja Maya. Con su pelito rubio, sus rallitas, sus patitas amarillas y sus alitas. Cuánto me emocioné: en unos días iba a ser su segundo aniversario y me hizo sentir una oleada de aire en los pulmones que me llenó de alegría. 
Ahora está allí con ella, acompañándola.
A pesar del dolor, mi hija me ha ayudado mucho a valorar más las cosas, a ver lo bueno que me depara cada día, a quedarme con las cosas positivas de la gente. Así siento más cerca a mi hija y a mi madre.


Estas son algunas de las fotos que hoy le he mandado a Mercé para que pueda ver que esa abeja Maya que con tanto cariño encontré está allí con ella.




 

Hoy ha salido publicado el libro, pero yo he tenido el inmenso honor de contar con él antes, gracias a que Mercé tuvo el gran detalle de enviarnóslo a los que contribuimos con parte de un pedacito pequeño de nosotros. Hoy día 14 de octubre, que fue la fecha que me dieron como FPP. (qué cosas).
Gracias Mercé.

Un medacito de nuestra historia mi vida, un bonito homenaje. Te queremos.

martes, 8 de octubre de 2013

LUIS GALINDO. EL VALOR DE UNO MISMO

Busco, miro, leo, oigo......, aprendo. Intento aprender e intento sacar lo mejor de mi misma a pesar del dolor o quizás gracias al dolor. 
Me he vuelto más observadora, más empática, menos preocupada por cosas sin importancia, con una gran necesidad de poder ayudar a las personas que me importan, aunque a veces me encuentro entre dos aguas por no poder contentar a todos, y sobre todo procuro quedarme con las virtudes de las personas que quiero o que me importan, porque defectos tenemos todos y con ellos debemos aprender a vivir.
Me gusta quedarme con pequeños detalles, de una peli, una canción, un escrito, un gesto, una mirada, hasta de algún power point de esos que circulan en la red y que vamos pasando de unos a otros sin dar importancia, pero que si de verdad reflexionamos un poquito sobre el mensaje que esconde, nos puede ayudar y mucho una simple frase, o una tierna imagen.

Voy quedándome y almacenando virtudes de los demás que creo que merecen la pena, y voy intentando que nada de lo bueno que recojo se me olvide. Y no, no soy perfecta, para nada. Tengo mis defectos y sé que son muchos como cualquier persona, pero procuro mejorarlos y hacer que ellos no sean el predominante en mi vida y cuando veo en alguien algún defecto en el que me veo reflejada, procuro darme cuenta y procuro cambiar y si es posible hacerle ver a esa persona el error que también está cometiendo. Luego ya depende de esa persona que quiera verlo y cambiar o no (me incluyo a mi misma, si es que alguien es quien me lo dice a mi), porque solemos tener la costumbre de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro.

Procuro aprender de todo y de todos y extraer lo esencial de cualquier cosa que a mi pueda servirme o aportarme un mayor bienestar y una mejor forma de vivir y de ver las cosas. Aún así, a veces, muchas veces me siento perdida, me siento desorientada y sin rumbo, pero aún no me he rendido.

Esto me lo mandaron por wasap, tan de moda ahora, y buscando buscando lo he encontrado en youtube. Es una bonita lección que podemos aplicar no sólo al trabajo, (para mi no era lo prioritario en el mensaje), sino en nuestras vidas, las de cada uno, la del día a día.

LUIS GALINDO :PON TODO TU CORAZÓN.

http://youtu.be/Ke-Tyv1Jk2M


Espero que os guste y os ayude.

 A mi amada hija que me enseñó el amor sin fronteras. Te queremos.


lunes, 23 de septiembre de 2013

NO. LA VIDA NO ES JUSTA.

Desde que perdimos a Ángela lo pienso continuamente y no sólo yo, sino todos los que están a mi alrededor, todos/as los/as que me dejáis comentarios de apoyo, solidaridad y comprensión y es que, "La vida no es JUSTA". 

No. No lo es. Y da igual si eres buena persona, si tienes ilusiones, si eres luchadora, si tienes esperanzas, si te levantas una y mil veces a pesar de muchas cosas, si intentas ser mejor persona a pesar del dolor, si aprendes a fijarte en todo lo bueno de las personas que te rodean para apreciar sus virtudes y no sus errores, si copias los gestos buenos que puedas ver, si no te dejas amilanar por los tortazos de la vida aunque a veces no puedas más, si has sufrido mucho más que otros o si las cosas te han costado siempre mil y una veces más que a los demás. No. Definitivamente, la vida no es justa.

No. No es justa, y no le da a cada persona lo que se merece, porque si fuera así, no habría gente muriendo de hambre, no habría gente perdiendo sus trabajos después de toda una vida dedicada a ellos, no habría mujeres maltratadas por sus parejas después de compartir sus vidas con ellos,  no habría niños abandonados por madres que no los quieren mientras otras ansiábamos con locura, con alegría profunda el ser madres, no habría gente sin corazón trabajando en lugares donde ponemos nuestras vidas en sus manos y dejan que sufras o mueras sin importarles lo más mínimo y sin ni si quiera tener un castigo cuando habría otros en su lugar que darían lo que fuera por estar donde ellos por pura vocación, no. 

No. No es justa. La vida no es justa y como muchas de vosotras veis también y me decís, todavía es más difícil, cuando ves, que la vida es más fácil para unos que para otros, sin motivo, sin ganárselo, sin ser mejores e incluso peores que nosotros y no puedes evitar, preguntarte por qué?, por qué para ellos es más fácil la vida que para ti?, por qué el mundo está tan mal repartido?, por qué? por qué?. 

No hay una respuesta, al menos no una convincente y que nos sirva para todos. Simplemente unos nacen con estrella y otros estrellados. Porque supongo que todos conocemos casos de gente que ves que la vida le sonríe, que le cuesta poco o lo justo conseguir las cosas en su vida, que aunque tengan sus problemas, porque todos los tenemos, en mayor o menor medida, pero que no son cosas que puedan quitarles el sueño, y a ti, todo te cuesta un mundo y muchas veces más de un mundo y que incluso a veces ni llegas a conseguirlo por mucho que te empeñes o por muchas leches que la vida te haya dado. Eres tú y sólo tù el que debes desenvolverte en la vida porque la vida no va a regalarte nada.

Y sí, ya lo sé. La vida no es justa y no le da a cada uno lo que merece, hace tiempo que ya lo sé y por eso no aspiro a pensar que la vida me va a hacer un gran regalo para compensar la gran injusticia de mi vida. No, ya hace tiempo que dejé de pensarlo y por eso me conformo con poder seguir una línea recta en mi vida, sin más, porque es muy cansado estar continuamente en una montaña rusa, es cansado, muy cansado y sólo quiero poder tener esa línea recta en mi vida que me permita vivir, seguir aprendiendo a vivir y poder dar lo mejor de mi misma a los demás y ojalá que ese algo de mí, esa parte buena de mi, pueda ser mi legado en la vida, para los que quiero, para los que la vida tampoco es justa, para los que quieran seguir aprendiendo, para los que pueda ser un regalo el ver sus ejemplos de vida en mi, para todos y cada uno de los que puedan tener interés en compartir lo mejor de si mismos.

Un día te soñé. Un día te esperé. Un día te perdí, y aunque estás en mi corazón, espero un día poder encontrarte. Te queremos.

lunes, 16 de septiembre de 2013

SOY CONSCIENTE.

Hace tiempo que dejé de ir a la psicóloga, no porqué ya no necesite hablar, no porque ya no necesite apoyo, no porque ya no necesite liberar dolor, no porque ya no necesite consejo, no porque ya no necesite orientación o no porque ya lo tenga superado o asumido.
No. Nada de eso. Sigo necesitando todo eso y mucho más, pero es que me dí cuenta que llegué a un punto muerto, donde ya no avanzaba, donde todo lo que podía superar, todo lo que podía esperar para mejorar, ya había llegado, al menos de momento y sé y soy consciente de que tengo días buenos, donde parece que nada ha pasado, donde la vida me da un respiro y donde puedo disfrutar de momentos realmente buenos y felices, pero que de pronto vuelvo a venirme a bajo, vuelvo a tener miedo, vuelvo a sentir un dolor punzante que no me deja respirar y sé que nada se puede hacer, sólo dejar pasar los días y volver a reunir fuerzas para poder compaginar esos momentos con mis otros momentos. Esa vida, con mi otra vida.

Soy consciente de que nada ni nadie me puede ayudar a superar esos estados, porque yo misma soy consciente y me oigo a mi misma decirme "que no puedo volver atrás, que no sirve de nada estar pensando una y otra vez en aquel día, que no consigo nada estar sumida en esa tristeza y dolor, que debo poder saber disfrutar y valorar todo lo que tengo, que la vida sólo es una y que hay que aprovechar cada día, cada momento, que no tengo porque amargar a los demás, que mi pequeña está bien y contenta allá arriba, que nunca ya nada será igual, pero que hay momentos para todo y que cuando me pueda el dolor y la tristeza no me agobie y me deje llevar permitiendo salir esos sentimientos porque luego volveré a sentir la fuerza de la vida, que mantenga mi mente entretenida, que no me deje superar por el peso de la mochila, que otros han vivido también otras tragedias y que pueden vivir con ello, que aprenda cada día a descubrir nuevas enseñanzas positivas que me ayuden a dar un poco de luz cuando todo se apaga a mi alrededor.

Soy consciente de que ahora mismo he llegado hasta aquí y que quizás avance más o quizás me quedé aquí para siempre, pero sigo intentándolo y aprendiendo de todo y ojalá que un día pueda poder decir y sentir lo que ahora mismo siente Mercé http://comoafrontarlamuertedeunhijo.com/un-dia-feliz/ que perdió a su hijo hace 15 años con 15 años y de la que intento aprender  por su lucha, por su fuerza, por su amor, por su ejemplo. Ella pudo disfrutar de su hijo Ignasi durante 15 años, pero al igual que yo, lo perdió de forma trágica y su visión y su forma de aprender a vivir, me ayudan y me dan fuerza.

La vida no es siempre como pensábamos que sería, como habíamos planeado y cuesta, cuesta mucho dar la vuelta y reconducir nuestra forma de vida, nuestra visión de muchas cosas, pero creo que lo más importante es ser conscientes de ellos y afrontarlo con uñas y dientes, aunque algunas veces se nos quede en meros intentos, ya vale. Caeremos, nos lastimaremos y lloraremos, pero intentaremos volver a sacar las uñas y los dientes para seguir aprendiendo a vivir y quizás un día como Mercé podamos sentir ese estado de semi-liberación.

Ví la magia de la vida en aquel pequeñito corazoncito que latía a mil por hora y que ya formaba parte de mi. Te queremos Ángela.

jueves, 5 de septiembre de 2013

LO QUE DA DE SI UN MES.

Toca volver a la rutina, a la vida diaria, a la vida real. Toca asentar la cabeza, parar y acomodar todo lo que durante unas semanas he tenido relegado a un segundo plano mientras no paraba, mientras iba de un lugar a otro, mientras mantenía mi cabeza, mi espíritu y mi alma entretenido y aunque no he descansado nada, pero nada de nada, ha valido la pena porque aún me cuesta pensar y no quiero, no quiero pensar, no quiero.
Es septiembre, y aunque sé que en mi vida tengo cosas maravillosas y por las que merece la pena vivir, luchar y disfrutar, cosa que intento hacer cada día, a veces aún sigue apareciendo en mi mente la frase: "la vida es una mierda" y acto seguido me pongo a llorar sin consuelo y mi corazón se desboca y mi garganta se seca porque quisiera poder gritar, gritar y gritar: QUIERO A MI HIJA, QUIERO A MI HIJA, QUIERO A MI HIJA, POR QUÉ, POR QUÉ, POR QUÉ, POR QUÉ. ÁNGELA, ÁNGELA, ÁNGELA, ÁNGELA, ÁNGELA.
 
Ahora cuesta, cuesta volver a la rutina, a los hábitos de una pareja que se quiere, que se necesita, que se ayuda y que vive el uno por el otro, sin ella. Pero con ELLA. Es una rutina en la que después de un verano lleno de gente, de jaleo, de no parar, en momentos malos y en momentos buenos, pero manteniendo en todo momento el tiempo ocupado, ahora cuesta parar, dejar que la centrifugadora que hemos llevado estas semanas pare y nos deje asentarnos, mirarnos y volver al día a día. A nuestro día a día.
 
Ha sido un verano intenso, lleno de todo un poco, donde hemos tenido que lidiar con la enfermedad, con la angustia y con el miedo de ver como la vida hace mella en alguien que quieres y como a pesar de todo esa persona lucha y trata de seguir, pero que por mucho que quiera ya nada será igual, porque la vida, los años, no tienen tregua con nadie, y lógicamente los seres queridos que están a su alrededor, sufren de ver como alguien a quién hasta hace muy poco veías fuerte, firme, con energía, ahora se sume en intentar vivir su día a día con la mejor calidad posible poniendo a su disposición todo lo necesario para lograr el mayor estado de bienestar, para que ella recupere la sonrisa y a la misma vez los que están a su alrededor puedan sentir menos presión emocional sabiendo que ella a pesar de no volver a ser la misma, se sienta aceptablemente mejor-bien.
Mi suegra no volverá a ser la misma, pero ella está haciendo lo que puede y tanto su marido como tres de sus hijos y las/o respectivos, estamos intentando mejorarle la vida, aunque el sufrimiento, a nosotros se ve que nos viene de serie.
Ahora ya parece que la cosa está más estabilizada, con pronostico de mejorar todavía más, pero los primeros días de agosto, fueron un poco angustiosos, agobiantes, para Juan Carlos porque es su madre y para mi, porque por un lado me traía tantos recuerdos de cuando mi madre estuvo tan malica, por otro por ella y por otro por ver a Juan Carlos pasar por la situación de ver a su madre así.
 
Uf, luego cambiamos de aire, aunque también fue un nuevo paso para nosotros. Nos fuimos unos días a la playa, a mi casa, en la que no había vuelto a pasar una noche después del último verano en el que mi pequeña estaba en mi barriga, y en el que su padre y yo hicimos tantos planes para el verano siguiente. Y lo hicimos no por nosotros, sino por nuestra amiga-vecina y sus hijos, sobre todo por mi ahijadito, porque tanto a ella como a su hijo les encanta el agua, el mar, la piscina, disfrutar de los juegos en el agua, la arena. Y valió la pena. Sólo por verles la cara, la alegría en sus ojos, las risas, las miradas al infinito queriendo guardar en la retina tanto bonito.
Playa por la mañana, playa por la tarde, feria por la noche.
 
Y ya el remate. Un viajecito la última semana de agosto, también con nuestros amigos-vecinos, mi ahijadito y su hermanita. Una experiencia. Un sin parar. No descansar, casi no dormir y comer y beber un montón. Entre medias porrazo de mi suegra, sin consecuencias pero susto, disgusto e incertidumbre por no estar cerca y no saber más allá, pero al final todo bien.
Cansados, agobiados por muchas cosas, a la par que habiendo disfrutado de muchas cosas y de muchos momentos buenos, divertidos, alegres. Ahora, ya es tiempo de la realidad. Sin adornos, sin medias tintas. Es septiembre, y de nuevo la vida sin arcoiris, sin confeti. Arañando cada recuerdo, cada risa en la memoria, cada instante en el que has visto a los que quieres disfrutar y hacerte por un instante olvidar el dolor, la ausencia, los miedos, o las nuevas situaciones. Poco a poco.
 
Mi estrella gordita. Mi ángel. Mi cara gordita. Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero.................... Te queremos.

viernes, 26 de julio de 2013

EN MOMENTOS MALOS, REGALOS QUE COMPENSAN

Mi última entrada o mi anterior entrada, es del 26 de junio. Dos días antes, osea, el 24 de junio fue mi cumpleaños y el santo de Juan Carlos. Otro año más sin mas.
Como cayó en lunes, pues dejamos la celebración-comida para el fin de semana siguiente y esa noche salimos a cenar con mi padre y mis hermanos, bueno al final sólo vino uno de ellos.
La cena bien, la sobremesa ya no tan bien. Salió un tema un poco delicado con algo en lo que no estamos de acuerdo con mi padre y su forma de verlo y llevarlo y al final me volví a casa malhumorada y triste, pero a veces cuando menos lo esperas, todo puede dar una vuelta y de acabar la noche con mucho bajón, pues me llevé la sorpresa y mejor regalo que podían hacerme.
Al entrar con el coche en la cochera descubierta de mi casa, empecé a oir unos gritos llamándome. Eran las 12:30 de la noche, pero mi pequeño ahijado había estado esperando hasta oir que llegábamos: "¡madrina, madrina!. Oí a su madre, mi amiga-vecina que le decía que esperara, que iban a bajar y que dejara de gritar que era tarde.
Al segundo, oimos la puerta de su casa y enseguida al otro lado de la verja que nos separa las casas por el porche, lo veo venir corriendo todo contento y sonriente con algo en la mano: "¡felicidades madrina!, toma lo he hecho para ti. Y me da un pequeño portafotitos de madera pintado y adornado por él, bueno venía envuelto, pero era tanta su ansiedad por dármelo y que lo viera que él mismo lo fue desenvolviendo hasta dármelo ya sin papel. No me puse a llorar para que él no se sintiera triste porque no hubiera entendido el por qué, aunque las lágrimas fueran de felicidad.
Su madre, mi amiga-vecina, me dijo que no podía dormirse y estaba esperando para dármelo fuera la hora que fuera, y en cuento oyó el coche se puso a decir: "ese es el coche de los padrinos", "vamos, vamos".

Le dije que me encantaba, que era el mejor regalo que jamás me habían hecho y que lo pondría en un sitio privilegiado para que todo el mundo lo viera. El no cabía en sí de gozo y la verdad, es que esa noche me hizo la persona más feliz del mundo.
Es lo que muchas veces he dicho. Es un crio con ángel. Tiene un don y siempre tiene algún gesto en los momentos más delicados para nosotros. Y esa noche fue otra muestra de ello.
El se acostó tan contento y a mi me regaló un trocito grande grande de amor.

Unos días después teníamos pensado celebrar el cumpleaños y santo de Juan Carlos como el año pasado, en una comida, con piscina, copitas, más piscina, más comida, amigos, buenos amigos, pero al final lo tuvimos que retrasar porque mi suegra se cayó un porrazo y tuvo que estar varios días ingresada, incluído un día en la UCI para estar en observación. Y desde entonces, aunque ella del porrazo está bien, pero ya no se ha quedado bien del todo,  andamos locos, locos, entre médicos, pruebas, hacerle compañía, buscar alguna persona que pueda quedarse con ella por las tardes, descargar a mi suegro un poco de lo que conyeva esta nueva situación.
En fin, que de una forma u otra no podemos mantener una línea contínua. Siempre hay algún contratiempo, algún cambio negativo que nos impida vivir, sólo eso, vivir.

Y es que en esta situación, lógicamente Juan Carlos la vive con angustia, con tristeza y con agobio el ver a su madre así, y yo los primeros días tampoco fui de mucha ayuda para él, porque fue una situación que me superó, creo que por el recuerdo de los últimos días de mi madre en el hospital, el verla tan malica, tan desvalida, tan distinta a como era ella y además el ver como el resto descargaba en nosotros dos, mucho más de lo que ellos daban, por el siemple echo de dar por supuesto que como nosotros no tenemos más hijos, pues estamos más libres y dispuestos y ya por ello no tenemos vida, pues todo eso me hizo no apoyar a Juan Carlos todo lo que se merecía. Ahora pasado ya lo peor, creo que aunque me siga agobiando, sí me veo con "fuerzas", de intentar hacerle ver a Juan Carlos, que aunque es una situación nueva para todos, podemos ir llevándola poco a poco siendo lo principal, el aceptarlo, aunque cueste.

Por eso siempre digo, que sea de donde sea, es bueno poder encontrar donde agarrarse en ciertos momentos, para renovarse, para coger fuerzas, para no dejar que la mochila se llene tanto de piedras que no puedas andar.
Un pequeño-gran gesto como el de mi cansinico (mi ahijadico), me recargan pilas, no sólo por el gesto en sí, sino porque ese gesto, estoy segura que tiene mensaje.

Que dificil es vivir. Que dificil. Pero seguimos intentándolo. Seguimos aprendiendo, seguimos necesitando buscar, buscar y buscar.

¡Es todo tan distinto sin ti!, la vida, los planes, la energía para superar cosas...... Todo es distinto. Es otra vida. Te queremos.

miércoles, 26 de junio de 2013

DEJANDONOS LLEVAR

Este fin de semana pasado hemos estado en Valencia. Teníamos pendiente ir al Oceanográfico y también nos habían hablado muy bien del Biopark y la verdad es que ni uno ni otro nos defraudaron y además tuvimos mucha suerte con el tiempo, porque aunque el domingo hizo un poco más de calor, hemos podido disfrutar de buen tiempo sin achicharrarnos.

Nos hemos ido con nuestros amigos-vecinos y sus pequeños. Mi ahijadito se lo había comunicado ya a todo el colegio, sus amigos, profesoras, familia y cualquier otro desconocido que a bien tuviera preguntar cualquier cosa, aunque no tuviera nada que ver con hacer un viaje. Jajajaja. Es tanta la emoción que siente cuando va a hacer un viajecito, que procura dar la información a diestro y siniestro. El no sabe ni donde vamos, sólo sabe que se va a un hotel y que le encanta así que eso es lo que dice con un :"oye, sabes que nos vamos a un hotel", y se siente tan orgulloso y feliz. Y nosotros de verlo disfrutar así.

Nos fuimos viernes en cuanto comimos y el peque salió del colegio. El viaje fue más rápido de lo que pensamos, porque en dos horas y veinte o y media, estábamos allí, y eso que hicimos una parada en la gasolinera con un retraso de 15 minutos por un problema informático.
En fin, que el viernes llegamos, dejamos las maletas, nos dimos una duchita rápida y luego nos acercamos al centro comercial El Saler que estaba al lado y enfrente toda la Ciudad de las Ciencias. Chulisima la vista. Me impresionó. Se ve más grande y espectacular que por televisión. Muy bonito.
Bueno, pues en el centro comercial cenamos y luego nos fuimos al lado del hotel a tomar una copa.

El sábado tocó Oceanográfico y fue muy bonito. A mi es que me encanta el mundo submarino y ver esas peceras tan grandes y con tanto pez de distintos tamaños y colores me gustó mucho. Es super relajante. Si pudiera, tendría una pared pecera en mi casa.
Los críos alucinaron también, a mi ahijadito le encantó la pecera túnel con los tiburones y a la peque, cualquiera. Es una pequeña Feliz Rodriguez de la Fuente. Cualquier animal le encanta.
A mi lo que más me gustó fueron las ballenas beluga. Que bonitas. ¡qué cara más dulce y simpática tienen!. Y bueno, los pingüinos que de siempre me han gustado.
Para mi gusto, lo más flojo fue el espectáculo de los delfines. Muy soso. Demasiado tiempo hablando y tampoco hicieron nada del otro mundo. Pero bueno, bien en general.

Cuando salimos de allí, fuimos al centro comercial a tomar algo fresco y además entramos en el hipermercado y compramos unos polos. Yo estaba tan afanada con mi polo y saboreándolo con tanta ansía que se me partió y se me cayó entero. Por supuesto todos nos pusimos a reírnos como idiotas de la situación tan cómica y la cara de tonta que se me quedó, pero lo que de verdad se me quedó grabado, fue como siempre mi pequeño ahijado. Sin que nadie le dijera nada se acercó a mi y me dijo: "toma madrina, cómete el mío". Es que no me dijo, "toma, dale un mordisco o un chupetón". No. Directamente me dio su polo entero. Por supuesto yo le dije que no, que yo me sentía más contenta si se lo comía él. Y así se quedó tan conforme. Al final lo compartí con mi Juan y todos contentos.
El día terminó con un bañito en la piscina cubierta del hotel y una cenita en un restaurancillo cerca del hotel, donde ya no pudieron aguntar más los pequeños y en cuanto terminaron de cenar se quedaron dormiditos. La peque en el carrito y mi ahijadito primero en la silla con la cabecita apoyada en la mesa y luego en brazos de su papá.

Ya el domingo, después de desayunar y dejar el hotel nos fuimos al Biopark. Es un zoo super grande, con los animales en un entorno muy natural y todo muy muy bien ambientado. Lo mejor del parque, es que te da la posibilidad de poder ver a los animales desde distintos sitios, con lo cual, si desde uno no lo ves bien o en ese momento no se encuentra en esa zona, pues puedes verlos por otro lado. Nos gustó también mucho, mucho. Muy bonito. Muy bien cuidado y muy bien logrado todo el entorno. Un buen día también.

Fue un fin de semana muy bien aprovechado, con muchas risas, muchos buenos momentos, muy buenos recuerdos y sobre todo, muy buena compañía. Los pequeños disfrutaron un montón y los mayores igual o más que ellos. Valoro mucho estos ratos que la vida me regala y busco constantemente el poder compartirlos y hacer partícipes de ellos, a las personas a las que quiero y que son importantes en mi vida.

No estás físicamente mi niña, pero estás. Te echo de menos y tu sonrisa la veo reflejada en muchas cosas. Te queremos.


jueves, 20 de junio de 2013

EL VAIVEN DE LA VIDA

He estado desconectada. Muy desconectada de este mundo blogueril, y no por no tener que contar y tampoco por no tener que leer, es decir, seguir vuestros blog, pero es que necesitaba desconectar un poco, dejar por unos días que mi mundo se centrara un poco y que después de los últimos acontecimientos relacionados con nuestra última aventura pudiera centrar mi vida un poco y a la misma vez pudiera dejar escapar las últimas briznas de esas brasas que he intentado ir alimentando durante todo el viaje de ser padres de nuevo.

Creo que no lo he conseguido del todo. Creo que todavía quedan algunas pequeñas brasitas en mi corazón, pero sé que deben quedarse en eso, en pequeñas brasitas. Sé que no tengo que volver a alimentarlas y sé que mi mayor anhelo sería tener a Ángela y poder disfrutar de ella. Igualmente sé que eso no es posible y por tanto, aunque me hubiera gustado, nos hubiera gustado volver a ser padres, es a ella a la que siempre echaremos de menos y no, el "haber tenido más hijos", aunque ya digo que nos hubiera gustado y mucho.

Pero en fin, es lo que hay y durante estas semanas sin comunicarme a través de mi blog, hemos intentado centrarnos en lo que sí tenemos, en lo que sí podemos disfrutar y en lo que sí debemos aprender a vivir.
Hemos hecho muchas cosas, no grandes cosas, pero sí muchas cositas, que han ayudado a que una vez más, la caja de recuerdos buenos para los momentos malos, vaya llenándose y colmando de brillo y alegría nuestro corazón.

Entre todas las pequeñas cositas que hemos hecho, fuimos a ver a "Los Vivancos". No había oido hablar de ellos, la verdad, y creo que es la actuación más maravillosa, más emocionante, más.... , es que no sé como explicarlo. Es que la estaba viendo y tenía el corazón henchido de emoción, de alegría, como si se me fuera a salir. Lo disfruté muchísimo y Juan Carlos también, sobre todo de verme a mi como me gustó. Para los que no lo habéis visto, lo recomiendo al 100%. Un espectáculo estupendo de principio a fin.

Os dejo un pequeño enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=P-_qy0BPddQ




También hicimos una pequeña escapadita mi Juan y yo a un hotel muy chulo en Altea. Fue una escapada romántica y estuvo muy, muy bien. El hotel súper bien, Altea muy bonita y las playas, bueno, personalmente a mí me gustaron para poder disfrutarlas en invierno-primavera-otoño. Es decir, que como tienen muchas piedras, no son de arena, pues para estas épocas están super bien, porque puedes acercarte al mar casi, casi, hasta el mismo borde sin mojarte, y haciendo buen día, claro, es muy relajante, poder sentarte en la misma orilla y tener el mar a tus pies. También 100% recomendable. Sobre todo y principalmente si vas con la mejor de las compañías.

Y bueno, también un poquito de aquí y de allá, saliendo con los amigos, disfrutando con los ahijaditos, yendo de comunión, aunque está última fue un poco mezcla de sentimientos y sensaciones, porque era la comunión del hijo mediano de los amigos de los que somos padrinos de la pequeña (nació dos semanas después de Ángela), porque en la comunión de su hermana mayor, yo estaba embarazada de mi pequeña y mi amiga de su hija de la que somos padrinos. Uf, un poco trago, pero en general bien, porque ellos son estupendos y su familia y el resto de sus amigos, asi que dentro de todo, estuvimos a gusto.

Luego llegó también el bautizo, y también otra mezcla grande de sentimientos y sensaciones. Conteniendo lágrimas y al mismo tiempo sonriendo. Siendo felices y a la misma vez estando tristes. ¡Es todo tan distinto a como lo habíamos soñado! Pero ahí aguantamos como dos campeones.

Juan Carlos se ha hecho de nuevo su revisión y todo bien. Los días previos siempre se pasa mal, sobre todo él, que no puede evitarlo y yo lo entiendo. ¡Lo entiendo tanto!, pero lo paso tan mal viéndolo así y no pudiendo hacer nada. Ya empieza de nuevo a respirar en cuanto sale de la consulta del médico y yo vuelvo a sentirme bien, viéndolo a él relajarse y dejando que la sangre vuelva a fluir por sus venas.
¡Estamos juntos cariño, siempre, siempre.!

También hemos tenido que pasar por la hospitalización de mi sobrinita, la hermana de nuestra última ahijadita, que tiene dos añitos. No ha sido nada grave, sólo una gastroenteritis aguda, pero ya se sabe que con los niños hay que llevar cuidado con las deshidrataciones, así que mejor prevenir. Daba una lastimica verla con su bracito vendado para poder sujetarle mejor la vía. Pobrecilla. Aquí también nos tocó vivir otro momento duro, sobre todo para mi. Porque en el hospital donde estaba, está unido infantil con maternidad y bueno, cuando la pequeña en su desesperación me hacía ir a darle paseos por los pasillos, pues me tocaba ir viendo como en las habitaciónes abiertas, estaban las mamás con sus recién nacidos en brazos. pero ¿cómo le explicaba yo a la pequeña que no quería salir de la habitación, qué sólo estaba allí por ella y que no quería ver ni oir nada más? Pero en fín, al final uno hace tantas cosas olvidándose de uno mismo.

Y ayer, otra mezcla de sentimientos. Ayer fue el festival de los pequeños en el colegio. Fuimos a ver a mi pequeño ahijadito y como no, en seguida piensas en Ángela. Hubieran ido los dos juntitos al colegio y ahora estarían los dos bailando juntos, pero no puede ser y sé que mi pequeña desde el cielo lo coge a él de la manita para que siempre sea el que más brille. Y qué bonico. Que gracioso y que cosa más dulce, tierna, y cariñosa de crio. Bailó super bien y estaba que no cabía en sí, de ver a su madre en primera fila grabándolo, a su madrina detrás haciéndole fotos y a su padre con su hermanita en brazos y su padrino detrás nuestra mirándolo y haciéndole gestos como locos.

Asi que, en todo este tiempo he hecho muchas cositas. Unas me han ayudado a evadirme por completo y otras aún siendo una mezcla de sentimientos, han ayudado a dejar salir todos los sentimientos que lleva uno, día tras día y que es también bueno dejar escapar. Mi mundo sigue sin estar centrado del todo, y los vaivenes siguen y seguirán, pero ahí seguimos. Aprendido a vivir con cada acontecimiento, con cada momento, con cada recuerdo.

Aprendo a vivir cada día, pero sigo sin entender, sin dejar de buscarte. Te queremos mi pequeña.

viernes, 26 de abril de 2013

OTRO PEDACITO DE AMOR

Mirar hacía delante. Mirar hacía delante. Mirar hacía delante. Sí, en eso estoy. Mirar hacía delante en el camino paralelo que nos toca seguir viviendo la vida, en el camino en el que volvimos a buscar la posibilidad de poder volver a tener otro hijo, en el camino en el que ya hemos decidido visto lo visto que no será posible y en el camino en el que viviremos aprendiendo a vivir día a día buscando, viendo, valorando y disfrutando con las pequeñas cosas, con los pequeños gestos, con los que queremos y nos quieren, el uno del otro y cualquier cosa que pueda ayudarnos a llenar nuestro corazón de vida.

En este camino, que ahora emprendemos siguen habiendo momentos para todo y aunque a veces saltamos sin darnos cuenta al otro camino, el de ella, el del dolor, el de la nostalgia, ..... el del recuerdo hermoso y triste a la vez, procuramos volver a saltar al otro en el que nos toca buscar las miguitas de pan para saber encontrar la luz, la esperanza, la sorpresa en algo nuevo, y la magia de ir descubriendo poco a poco a volver a vivir, sin ella, pero con ella.

Y en esto de descubrir, valor y aceptar las sorpresas que aún pueden llegarnos y regalarnos un soplo de aire fresco, ha llegado nuestro último regalo.  Los papás de nuestra última sobrinita, han decidido que Juan Carlos y yo seamos los padrinos de la pequeña.
Nos lo dijeron entre preguntas, más bien, dejándolo a nuestra elección, preguntándonos si nos haría ilusión, si queríamos.

¡Cómo no nos va a hacer ilusión!. Una cosa no quita la otra y para nosotros es algo muy importante. Para nosotros nuestro papel de padrinos no queda sólo en un papel, en un día. Para nosotros siempre ha significado mucho, no ya por nuestras circunstancias, sino por el hecho de pensar que el papel de los padrinos es como un complemento de los padres, para apoyarlos, ayudarlos y sobre todo, para que los pequeños sepan que siempre podrán contar con nosotros.
Además, ésto si lo consideramos como algo especial a nuestras circunstancias, es como regalarnos un pedacito de lo que más quieren y este regalo nos ayuda en nuestro camino para seguir aprendiendo a vivir.

Así que sí, nos hace ilusión y les agradecemos que hayan pensado en nosotros para poder formar parte de su círculo más cercano de familia para la pequeña. Aunque como siempre digo, de verdad, de verdad, es el roce el que hace el cariño y de momento, tanto con ella, como con su hermana mayor, que ya tiene los 2 añitos, hay mucho roce y por tanto, mucho, mucho cariño.

Te echo de menos, aunque estás conmigo día y noche. Te queremos vida mía.

miércoles, 17 de abril de 2013

UN ÚLTIMO TRAGO. LA DESPEDIDA

Todavía nos tocaba pasar por un último trago. Teníamos que ir a la clínica para cerrar cuentas y sobre todo, para una última visita con nuestra ginecóloga.
Yo iba preparada. Me sentía fuerte y confiada, pero nada más entrar por la puerta de la clínica me vine abajo.

Ya en el mostrador estaba una de las chicas de administración con la que más trato hemos tenido. Nos preguntó como estábamos y ya casi no pude contestar. Ella se limitó a sonreír y a decirnos que bien, que estábamos y que era lo importante. Las otras dos chicas se limitaron a sonreír y a mirarnos con cara de pena.

Luego le tocó el turno a la otra chica de administración-recepción que nos esperaba en un despacho contiguo en la entrada y con la que también teníamos muy buena relación. Besos, sonrisas entrecortadas, y un no saber que decir. Nos dijo que aunque estaba de vacaciones cuando me hicieron la beta, llamó por teléfono a la clínica para enterarse del resultado. Estaba tristona, pero a la vez a la expectativa de ver que nos diría nuestra gine.

Salimos del despacho para ir a la sala de espera y en el mostrador veo de espaldas a la enfermera que me había ido a dar un abrazo a la habitación el día del transfer y a desearnos suerte. Me voy hacía ella, le toco en el hombro y al darse la vuelta sorprendida me ve, me abraza y me dice que cuanto lo siente. Ya no puedo aguantar más y me pongo a llorar. Intento calmarme porque voy a entrar a la sala de espera y no quiero dar mal rollo a las parejas que hay esperando con ilusión.
Me dice que hoy está ella con mi gine y que ahora cuando entre a consulta ya vemos. Que la gine quiere hablar con nosotros.

Entre sollozos entramos a la sala de espera. Voy tranquilizándome y por fin nos toca. Nos acompaña la enfermera que vimos en el mostrador, se abre la puerta y mi gine se pone de pie y se va hacía mi para darme un gran abrazo y otro a Juan Carlos.

Nos sentamos y nos dice que todavía no está todo perdido. Que ahora mismo es normal que estemos así, pero que dejemos pasar unos meses, que cojamos fuerza y que volvamos a hacer un último intento. Ellos no quieren rendirse, no quieren que nos quedemos sin la sensación de poder disfrutar de esa parte que nos privaron con Ángela. Que aunque ahora mismo pensemos que no, que no decidamos todavía nada, que dejemos pasar un tiempo.

Juan Carlos habla y les dice que no. Que ya tomamos nuestra decisión y que si ha tenido que ser así que es mejor parar ya. Que por supuesto no cierra la puerta y dejaremos pasar unos meses porque ahora todo está todo en caliente, pero que posiblemente, casi al 99% la decisión será siendo la misma.
Ella insiste, no quieren que todo termine así.
Yo quiero hablar, pero no puedo, me pongo a llorar y no me salen las palabras, y yo querría poder decirles que no me siento, que no nos sentimos así, por no poder tener otro hijo, que el sentirnos así, con ese dolor tan grande es porque se nos magnifica después de cada negativo porque nos sentimos morir pensando en que después de un proceso con tantas pruebas a superar, con tantos cuidados, con tantos miedos, con tantas ilusiones, y la gran suerte de poder vivirlo con tanta intensidad como lo vivimos hasta el final, fue ella la única que quiso pasar por todo eso y vivirlo junto a nosotros, con nosotros y se hace tan duro, tan tan tan tan tan duro y doloroso recordar porqué no esta ella.
Han sido tantos tratamientos, tantos embriones, tantos transfer y solamente ella quiso superar todas y cada una de las pruebas y es con cada negativo con el que mi alma se retuerce de dolor y no entiende.

Quiero decirle todo esto, pero no puedo, no me sale y prefiero no ponérselo más difícil intentando hacerles ver que sí, que dejamos una puerta abierta, aunque en nuestro fondo sabemos que posiblemente esté cerrada del todo porque nos ha costado tomar la decisión, y no queremos tener que plantearnos de nuevo el dilema.

Se queda en el aire. Nos levantamos y de nuevo nos abrazamos. Yo vuelvo a intentar decir algo, pero sólo consigo darle las gracias de corazón, por todo, por todo, por todo. Sigo llorando y no quiero salir fuera para que me puedan ver y encima después de salir de la consulta y estropear las ilusiones y esperanzas de los que allí esperan, así que hago un esfuerzo y me contengo y la enfermera me vuelve a decir que lo pensemos, que no cerremos aún la puerta que no conoce a nadie que crea que se merezca más y esté más capacitada para ser madre que yo. No digo nada. Asiento y hago un último esfuerzo.

Llegamos de nuevo a la entrada, una última despedida con el personal de recepción-administración. Abrazos, besos, miradas.  Todavía me queda alguien, pero no tengo fuerzas. Por fin estamos en la calle.

Nos cojemos de la mano y no miramos atrás. Han pasado ya 7 años desde que vinimos por primera vez. ¡Uf, cuanto camino recorrido!, ¡cuánto ganado y cuánto perdido!, ¡Cuantas ilusiones!, ¡cuántas esperanzas!
Ellos nos dieron a Ángela y eso será algo que nunca, nunca, nunca olvidaremos. Con ellos vimos su primer latido, con ellos vimos sus primeros movimientos (aunque claro está aun no la sentía), no lo olvidaré nunca. Esta haciendo palmas y la gine nos dijo: mira parece que está contentito. (todavía tampoco sabíamos que era niña). Con ellos vivimos la magia y la gran suerte de ser padres de ella, de nuestro ángel, de nuestra hija.

Es cierto que nunca se puede decir que de este agua no beberé, pero creo que aunque ahora mismo estemos en caliente y aunque dejemos pasar unos meses seguiremos pensando que esta etapa terminó.

Tú y sólo tú Ángela. Te queremos mi ángel.

miércoles, 10 de abril de 2013

VIVIENDO LA REALIDAD

Han pasado ya unos días, y he tenido tiempo de serenarme, de asentar sentimientos y pensamientos e incluso de poder distraer la cabeza y el alma rodeándonos de cariño, mucho cariño y comprensión.
Y es que es difícil poder explicar lo que una siente porque es una mezcla muy grande de sentimientos, de subidas y bajadas, de vaivenes que te aceleran el corazón o te lo ralentizan.

El día de la beta, después de darles la noticia a mis amigos-vecinos, vino a verme ella. Nada más abrir la puerta se abrazó a mi y lloró. Lloramos juntas por largo rato y casi casi, era más yo la que la consolaba a ella, que ella a mi. Y es que había puesto tantas esperanzas, tantas ilusiones, tantos nervios. Creía que podría haber un milagro y que la vida podría recompensarnos tanto sufrimiento por una pérdida tan ilógica, tan irreal, tan injusta. Ella lo creyó hasta el final y creyó igualmente que no podía ser cierto que Ángela fuera a ser la única que quiso quedarse, la única que hizo del milagro de la vida, algo real, algo especial en nuestras vidas. Ella lo creyó hasta el final y  nosotros casi.

Y digo casi porque aunque yo quise creer y tener esperanza e ilusión,  al final creo que fui consciente de que quizás la vida ha intentado compensarme, compensarnos, de otras formas, que en nada tienen que ver con la llegada de un hijo, pero que han hecho que nuestra vida pueda ser un poquito más llena y plena, por el cariño que recibimos cada día de muy diversas formas.

Quiero creer ésto. Quiero quedarme con ésto, porque he llorado mucho pensando en que después de una desgracia tan terrible como la que hemos tenido que vivir, la vida, Dios, nos regalaría otra oportunidad, porque he podido tener la suerte de leer y compartir la alegría de muchas mamás que perdieron a sus bebés recién naciditos, (no de la forma que nosotros claro, pero la ausencia es la misma sea cual sea la causa) y después de algunos meses o algún año, han vuelto a poder tener otro hijo, así que yo creía y esperaba.

Pero han ido pasando las semanas, los meses, los años y al final no ha llegado y no he sentido rabia contra la vida, contra Dios por ésto, porque si miro a mi alrededor, si veo o leo muchas noticias que pasan por el mundo, me doy cuenta de que no soy nada especial, que hay gente, mucha gente, que sufre a diario, que muere sin un sin sentido, que pasa hambre, que tiene que vivir en una guerra constante, que sufre vejaciones, humillaciones, dolor, soledad, miedo, pérdidas........ En fin, que soy un grano de arena en un desierto, una gota de agua en un océano y no tengo más derecho que otro a ser recompensada por una tragedia como la que vivimos, porque no soy más especial que otro.

Sufrimos una injusticia que nos ha llevado a tener que intentar vivir con ello, a aprender a vivir de nuevo, y no hay un sólo día de mi vida en el que no desee volver atrás y poder cambiar lo que pasó, pero como sé que no puedo, no nos queda más remedio que vivir el día a día valorando, disfrutando y buscando todos los momentos buenos que podamos aprovechar, sabiendo llevar nuestros dos caminos. Aunque ahora uno de ellos empieza una nueva etapa. Con el otro, siempre tendremos vivir, aunque hubiésemos tenido mil hijos más, ese camino siempre estaría ahí.

Hija mía, después de tu marcha, me dijeron que podría intentarlo de nuevo, que podría volver a tener otro hijo, y yo les dije que NO, QUE NO QUERÍA OTRO HIJO, QUE YO TE QUERÍA A TI. Tú eras y eres especial y lo has demostrado mi vida. ERES ÚNICA. NUESTRA ÚNICA NIÑITA. Te queremos.

miércoles, 27 de marzo de 2013

EL FINAL DE UNA ETAPA

Han ido pasando  los días. He ido tomándomelo con calma, más tranquila que otras veces, menos obsesionada con no moverme, con llevar cuidado, con querer que el mundo se parase para que nada ni nadie pudiera perjudicar el proceso y sobre todo más concienciada con todo lo que podría pasar en un sentido u otro.
 
Como he tenido que ir a acupuntura dos veces, pues a la fuerza he tenido que salir y eso me ha hecho también poder moverme con menos agarrotamiento, menos forzada e incluso me ha animado a poder salir a dar pequeñitos paseos por alrededor de mi casa, acercarme a ver a mi ahijadito, su hermanita y amigos-vecinos y como también me pillan cerquita, fuimos a casa de mis cuñados porque hacía casi dos semanas que no veía a mis sobrinitas, y tenía muchas ganas, sobre todo a la mayor, (con 23 meses) que se puso como una loca cuando me vio,  haciendo palmas y riéndose y como yo no podía cogerla, pues Juan Carlos la cogió y me la acercó y se me abrazó como una lapa, con su carita pegada a la mía, sin moverse, sólo sintiendo mi piel y oyendo mis palabras. No había forma de separarla. ¡Qué graciosa!, y es que tiene muchas cosas de mi ahijadito, muchos detalles, muchos gestos, son críos que tienen ángel. 
 
Y bueno, aunque no he querido emocionarme, al final es inevitable, porque vas sintiendo cosas, te vas notando otras, vas relacionando con otras veces y crees que quizás sí sea posible, y sin tenerlo en mente todo el rato, hay momentos de ilusión, de miedo, de esperanza, de optimismo y ves que los días van pasando y cada vez estás más cerca. Pero de repente algo que nunca, en ningún otro tratamiento había pasado, y es que dos días antes de la beta empiezo a manchar. No es mucho, casi nada y de forma intermitente, pero es que nunca me había pasado y llamo al teléfono de guardia de la clínica y no me lo cogen, dice que el teléfono está no operativo y pruebo varias veces más a lo largo del día y lo mismo, y mientras,  yo llevo cuidado, estoy en reposo y pienso que no sé, que a lo mejor esta vez ha habido suerte porque con Ángela, aunque no fue dos días antes, si que empecé a manchar el mismo día de la beta como casi una regla, pero tengo dudas, no sé que pensar y espero.
Al día siguiente consigo hablar con la clínica. Sigo igual y me dice la gine de guardia que me suba la progesterona al doble y que esté en reposo, que no pierda la esperanza porque ella ha tenido algún caso donde se ha estado manchando como una regla y luego el embrión estaba bien agarradito.
 
Espero. Sigo esperando. Sigo en reposo y viene a verme mi amiga-vecina y ella se siente contenta porque recuerda lo de Ángela y cree que puede ser una buena señal, ya que además esto no me había pasado antes. Y espero. Espero hasta el día siguiente. De momento sigo igual, aún mancho, pero la cosa no ha ido a más.
 
Llega el día. Tengo la beta. Nada más entrar en la clínica me pregunta una enfermera. Allí ya todos están pendientes. Enseguida paso. Me sacan sangre. Mi gine está ese día de guardia, así que está allí desde primera ahora,  por lo tanto en cuanto sepan algo, se que me llamará.
 
Nos vamos. Pasa el tiempo y no llaman, así que me voy temiendo lo peor, aunque sigo tranquila. Me duermo y al poco el sonido del teléfono me despierta. Lo cojo sobresaltada y oigo al otro lado la voz de mi gine que casi no le sale. Me dice que lo siente, que es negativo, que incluso lo han repetido dos veces para asegurarse, pero que no, es negativo. Me quedo casi muda, sin palabras y sólo me sale decirle que gracias, que muchas gracias, que lo hemos intentado y que no ha podido ser. Ella me dice que cuando pasen unos días, haber si pasamos por la clínica para vernos. Es la despedida. Después de tanto tiempo, ha llegado. Ya ha llegado el momento.
 
Llamo a Juan Carlos y él, aunque me dice que ya se lo temía por el tiempo que había pasado, pero sé que siempre queda una esperanza, y su voz se entrecorta, se rompe. Los dos nos hemos dado cuenta que esta etapa ha terminado y que Ángela fue, es y será única, especial, y que entre todos, ella fue la única que agarró, que quiso quedarse y que al final de todo su camino, de toda su lucha, NO DEJARON.
Ahora, sólo nos queda ir dejando pasar los días, para asimilar, para aceptar, para darnos realmente cuenta de que esta etapa ha finalizado y que debemos seguir en otro camino agarrándonos a la gente que nos quiere y sobre todo, el uno en el otro.

No habrá ni un solo día en mi vida, en el que no te siga esperando. Te queremos hija mía.
 

 

miércoles, 20 de marzo de 2013

MI ULTIMA, ULTIMA AVENTURA.

Estos días estoy un poquito más desconectada de lo habitual, pero hay una explicación y es que mis chiquitines ya están conmigo y entre unas cosas y otras no me estoy conectando mucho por estos lares, pero pasados los primeros días en los que estoy más de reposo, con más cuidado, con más miedo y casi casi flotando, hoy por fin me he sentado un ratito a contar mi última maravillosa aventura.

No tengo palabras, para dar las gracias por el trato recibido en la clínica por parte de todo el personal y con la suerte además de que el transfer me lo hizo mi ginecóloga. Todos deseándonos suerte, incluso entrando a nuestra habitación alguna enfermera con la que tenemos más confianza para darnos un abrazo y darnos ánimos, en fin como digo, no tengo palabras.

Iba nerviosa, ¡que tonta!, después de tantos tratamientos, parecía que fuera la primera vez, pero así era, menos mal que como había quedado con la chica de la acupuntura igual que la otra vez, pues me vino fenomenal. Consiguió relajarme con la agujitas e incluso a la hora de entrar en quirófano, como me deja puestas algunas, pues me resulta incluso mejor a la hora de apretarme para hacerme la ecografía y poder ver bien el útero y donde van a instalar a mis chiquitines, ya que no tengo la sensación tan horrorosa y desagradable de no poder aguantarme y hacerme pipi encima, así que aunque sólo sea por eso vale la pena, jajajaja.

En fin, la gine me dijo que no eran preciosisimos, pero que los dos habían sobrevivido  a la descongelación y que eran evolutivos por lo que iban a ponerme los dos. ¡Bien, son unos campeones porque ya es todo un logro llegar hasta aquí!.
También me dijo, que aunque no tengo problemas de coagulación, van a probar a ver si con la heparina tenemos mejores resultados y como no hay contraindicaciones, pues no pasa nada por probar. Por lo que me tengo que poner una inyección todos los días en la barriga y además seguir con la medicación que ya me estaba tomando y poniendo.
 
Por otro lado, la acupuntora me ha dicho que sería bueno darme alguna sesión más durante la siguiente semana, para estimular el riego en el útero, así que también acepto. De todo un poco, que por mi no quede.
 
Quiero intentar estar más natural, menos tensa, con menos miedo y no pensar demasiado ni obsesionarme, ni observarme. Quiero poder sentirme segura y confiada, y quiero poder vivirlo con total normalidad. Quiero, quiero, quiero, y lo intentaré, lo estoy intentando y creo que voy bastante bien. Mejor que otras veces.
Y bueno, ahora sólo queda que vayan pasando los días y pensando en que ojalá que sea que sí, pero que sea lo que sea, seré fuerte y lo afrontaré. Sólo quiero que sea lo mejor, y sentirme a gusto, y no sufrir más.
Sea lo que sea, será una nueva etapa, un nuevo comienzo, en un sentido o en otro, pero aceptando lo que la vida quiera darme si es porque va a ser lo mejor. Sólo eso, lo mejor para nosotros.
 
Mi pequeña, una vez más en esos dos caminos paralelos. Pero tú siempre estas en uno. Te queremos.
 

viernes, 15 de marzo de 2013

EL VIDEO MÁS TIERNO Y DULCE

Encontré este video por casualidad hace unos días y desde entonces me lo he puesto no se cuentas veces, porque creo que es lo más bonito, tierno, relajante, dulce y maravilloso que he visto nunca. Una delicia.

Espero que lo disfrutéis tanto como yo y que os sirva para visualizar esas caritas, esos gestos, esos delicados movimientos acompañados de la bonita música. Yo pensaré en ellos durante mi transfer, para  que me den serenidad, sosiego, paz, calma y aire fresco para llenar mi corazón. (Es mejor verlo a pantalla completa)




Os dejo también la dirección de youtube por si desde aquí no se puede visualizar bien.

http://www.youtube.com/watch?v=OPSAgs-exfQ


Ángel mío, intento imaginar tu carita en cada una de las caritas que veo. Ojalá que sientas esa paz que se ve reflejada en todos ellos. Te queremos.

martes, 12 de marzo de 2013

LA RISA. AIRE PARA VIVIR

Que poquito falta para darles cobijo y calorcito, para poder protegerlos, cuidarlos y mimarlos y hacerlos sentir felices y especiales para que tengan ganitas de quedarse conmigo y formar parte de nuestra familia. De momento estoy haciendo todo lo que puedo por sentirme a gusto, contenta, relajada y llenar mi corazón de todo aquello que me pueda aportar energía positiva, bienestar, risas, sensaciones placenteras y recuerdos para el recuerdo.

Empecé la semana pasada con la acupuntura, y el fin de semana al final hicimos la escapadita a Benidorm, que a pesar de estar muy cerca de Murcia, sólo había estado una vez de forma muy fugaz. Nos volvimos a ir con nuestros amigos-vecinos y los peques y la verdad es que nos lo hemos pasado genial y eso que el principio del viaje lo empezamos accidentado, vamos que la cosa podría haber sido más grave de lo que fue, porque yendo por la autovía había una señal que no habían quitado de otro accidente y nos saltó. Menos mal que nos dio en la parte baja del coche y aunque nos rompió un faro,  parte del embellecedor, el capó picado y rozado y la parte de abajo del coche con la chapa que lo cubre colgando, si nos llega a saltar al cristal........., no quiero ni pensarlo. La guardia civil nos dijo que dentro de todo,  habíamos tenido suerte. Pero bueno, quitando esto, hemos disfrutado, nos hemos reído, hemos comido hasta hartarnos, hemos jugado, nos hemos bañado en la piscina y jacuzzi climatizados y hemos descubierto una magnifica cadena de hoteles centrados para familias, donde por supuesto tienen cabida todos, de hecho había mucha gente mayor, pero que piensan sobre todo en que los más pequeños se lo pasen bien y los papás puedan disfrutar a la vez de unos momentos más tranquilos.

La cadena hotelera son los Hoteles Magic de Benidorm, y nosotros nos decantamos por el Hotel Fenicia porque tenía piscina climatizada, parque de bolas  y porque nos dieron una buena oferta en la agencia con un Todo Incluido a precio de media pensión. Y bueno, la experiencia super bien, sobre todo porque vamos todos con buen humor, abiertos a lo que sea y sobre todo a pasarlo bien, así que aunque la primera impresión del hotel fue un poco regular, porque yo creo que este debe ser el primero o de los primeros de la cadena, luego nos lo tomamos con humor y no hacíamos más que decir que estábamos en el hotel de "Cuentame" (de hecho pusieron la canción varias veces, en la sala de baile, jajajajaja), pero por el contrario, las habitaciones eran grandes, la comida buena y variada, el personal super atento, entregado y simpático y al ir con la oferta del todo incluido, teníamos desayuno, almuerzo, comida, merienda, cena y un tentempié para después, a parte claro de la bebida, snaks, cócteles, cubatas. En fin, para reventar y para repetir en este mismo hotel, porque además estaba muy céntrico.

Así que nos hemos reído mucho, mucho, mucho. Los peques han disfrutado también un montón, con la piscina, el parque de bolas en el mismo hotel, en el que terminamos mi amiga-vecina y yo el último día porqué estábamos solos y nos lo pasamos mejor que los peques, jajajaja. También nos montamos en el trenecito turístico, tomamos unos helados buenísimos italianos, y para terminar un té con un cupcake, en un sitio super bonito, bueno, según Juan Carlos y mi amigo-vecino, un sitio super cuqui. jajajajaja.

Tanto es así, que ayer fui de nuevo a la acupuntura y después de hacerme el reconocimiento que te hacen, me dijo que me encontraba muy bien. Y es que no hay nada mejor que la risa, para llenar los pulmones de aire, de vida.

Chiquitina mía, eres una bendición en mi vida porque te extraño, te añoro y te lloro, pero también me has enseñado a vivir. Te queremos.

viernes, 8 de marzo de 2013

YA ESTAMOS EN PISTA

Bueno, ahora, sí que sí. Ha llegado el momento. Después de casi un año (como pasa el tiempo), he vuelto a IVI. Fui la semana pasada, como siempre revisión con el inicio de la regla.

Llegamos y abrazos, besos, emoción por el inicio de la última aventura. Primera ecografía, primeras pautas hasta la semana siguiente. De momento nada, sólo que esta vez me van a empezar a controlar antes, porque como va a ser en ciclo natural y mis periodos se van acortando de fecha a fecha, pues creen que la ovulación se produce antes y posiblemente el transfer se haga antes que las otras veces.

Bien, ya ha pasado una semana, y ayer tocaba de nuevo cita. Sorpresa. Ya estoy lista y todo se va a adelantar todavía más. Ayer mismo me tocaba pincharme el ovitrelle para desencadenar la ovulación  y si no pasa nada la semana que viene la transferencia de mis dos últimos, maravillosos y grandes luchadores embrioncitos.

En fin, de nuevo la aventura de la vida en su más pronto comienzo. Ya estoy nerviosa, pero contenta, animada, centrada y quiero ser realista. No sé si lo conseguiré, si seré capaz de tomármelo con la mayor naturalidad y objetividad posible. Es el comienzo del comienzo o el comienzo del fin. Soy optimisma y tengo esperanza, pero a la misma vez estoy muerta de miedo por no saber como afrontaré lo que tenga que afrontar. Ya iremos viendo, y aunque me han dicho por activa y por pasiva, tanto mi marido como la ginecóloga que no me obsesione en mis cuidados, en mis precauciones, y que lo viva con la mayor naturalidad posible, no sé si lo conseguiré al final, aunque esta vez me lo he propuesto.

Ayer también empecé con la acupuntura. El lunes me hará otra sesión, aunque esta vez me ha dicho que estoy bastante bien. Me ha dejado también unas agujitas en las orejas. Algunas fijas y otras me las tengo que ir estimulando yo. Ya que estábamos allí, y aprovechando que ella es también fisioterapeuta, mi Juan se dió una sesión de masaje porque tiene toda la espalda en tensión. El lunes también lo vuelven a tratar a él. Haber si nos quedamos buenísimos del todo, jajaja

De momento, este fin de semana, vamos a despejarnos la cabeza y a disfrutar con nuestros amigos-vecinos y sus dos hijos, entre ellos mi ahijadito, de una escapadita donde espero poder reirme tanto como otras veces, comer super bien, como otras veces, aprovechar el solecito que podamos pillar, y a lo mejor hasta hacer alguna excursioncilla extra.
Momentos, momentos. Hay que coger todos los buenos momentos que podamos.

Disfruto de ti todos los días, y ojalá que pronto podamos compartir un nuevo milagro de la vida. Te queremos.