lunes, 11 de noviembre de 2013

ABANICO DE POSIBILIDADES

Estos meses de estos últimos años, son un poco complicados para mi. El verano, con sus sueños en suspenso. Septiembre, la vuelta a la realidad. Octubre el horror grabado en mi alma. Y noviembre, el vacío de una madre, mi madre.
Pero como también es habitual en mi en estos meses desde hace estos años, pues intento seguir aprendiendo, intento seguir buscando, intento seguir cogiéndome y agarrándome a cualquier cosa que me dé alas, y no precisamente el Red Bull, jajajajaja, para poder seguir en la lucha, en esta lucha que es la vida y que tiene cosas malas, ya lo sé, lo sé bastante bien, pero también tiene cosas buenas, aunque a veces se nos olvide, o más bien, nos queden nubladas o difuminadas por los acontecimientos negativos que también forman parte de nuestra vida.

Y esas búsquedas en las que intento ampliar mi abanico de posibilidades donde buscar la paz, me han llevado últimamente  a someterme a sesiones de acupuntura para sintonizar mi cuerpo y  mi mente; a hacer algo que había oído pero que no sabía exactamente en qué consistía, hablo de Las Flores de Bach, que, bueno, yo intuía que sería algo relacionado con flores claro, pero no sabía qué, ni cómo se hacía, así que probé. La sesión consistió en, estando yo tumbada, me iba poniendo unos tubitos (que contienen el extracto de la esencia de las flores, cada tubito una distinta) en la barriga y me hacía que juntara unos dedos de una mano y ella intentaba separármelos y a la misma vez iba haciendo que el otro brazo lo levantara y tomara también distintas posturas con los dedos. Al final, después de probar con todos los tubitos, y después de hacerme descansar un poco para que los dedos estuvieran más sueltos y fuera más fiable el resultado final, pues me dice que cree casi con toda seguridad que es una de ellas, y me hace la prueba. Me pone esta vez el tubito solo y me hace la prueba con los dedos y ve que entonces no puede separármelos (antes si había podido con el resto de tubitos). Es muy, muy curioso, la verdad. Y entonces me dice que esa es la flor que me va a venir bien para ajustarme pues, todo lo que tengo desnivelado, descontrolado y fuera de sintonía por ahí dentro. Vamos que me va a dar armonía y estabilidad entre el yin y el yan, (todo esto son palabras mías, ella me lo explico de otra forma más profesional claro). 
Pero lo realmente curioso fue cuando lee el nombre de la flor que viene en el botecito, y me dice que qué raro, que el bote no está abierto y que nunca lo ha utilizado, entonces me da a leer de un libro el significado de la flor y sobre todo para qué casos está indicado, y me dice que suele coincidir entre un 70 u 85%. Al terminar de leer yo me quedo muerta y la llamo y le digo si ella lo había leído y me dice que no, que como hasta ahora no lo había utilizado pues que no, que no tenía ni idea y cuando se lo doy a leer, ella también se queda muerta, porque coincide con mi sintomatología, mi estado emocional y mi situación al 100%.

La flor se llama Leche de Gallina, llamada también "Estrella de Belén". Ya el nombre me pone los pelos de punta. Estrella de Belén, relacionado con un nacimiento. Mi estrella más gordita.




ESTRELLA DE BELÉN

Star of Bethelem


Proporciona fuerza para superar los golpes de la vida que provocan un choque emocional. Trauma


También llamada "Leche de gallina", es el remedio que trata las secuelas de los traumas físicos como: accidentes, traumatismos, agresiones; y psíquicos: un hecho grandes disgustos, muerte de seres queridos, presenciar desagradable, rupturas afectivas.... Cualquier contratiempo puede, dependiendo de la vulnerabilidad de cada persona, provocar un shock. La persona queda desorientada y con la conciencia desordenada, existe una lucha constante por mantenerse entero, pero el sufrimiento interno es muy grande.

Un shock supone una repercusión directa a nuestro sistema emocional, y cuando la persona no es capaz de asimilarlo se produce el trauma que, de no resolverse,  puede quedar anclado en la mente durante mucho tiempo.

Nos encontraremos, entonces, ante personas al borde del abatimiento, desesperados, sumidos en un vacío desolador, sin iniciativa. Incluso evitan realizar ciertas actividades argumentando que les traen malos recuerdos. Rechazan ayuda y consuelo, llegando, en ocasiones, a entrar en mutismo y desconsuelo.
El corte de corriente energética que se produce es tal que las manifestaciones van más allá de los bloqueos mentales, llegando a los corporales al desarrollar: úlceras, crisis cardíacas, tensión nerviosa, depresiones, enfermedades varias que no curan......

Muchas de las enfermedades psicosomáticas pueden tener su causa, precisamente, en un trauma no resuelto. Estrella de Belén en la flor adecuada porque equilibra, tranquiliza y normaliza, evitando bloqueos físicos o emocionales que degeneran en enfermedades. Ayuda a enfrentarse a las situaciones traumáticas, es un verdadero sellador psíquico.

Al añadir esta esencia en una mezcla personal  el trauma fluye, la persona consigue asimilar la situación que lo provocó y se siente en paz al recobrar el equilibrio.

Estrella de Belén es un bálsamo para el dolor. Bach decía de esta flor: "Es el consuelo del alma, calma los dolores y las penas"
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Bueno, después hace un preparado con este extracto y te lo tienes que tomar durante un tiempo. Lo normal es cuatro gotas, cuatro veces al día, pero a mí, dado como me encontraba, me mandó cuatro gotas, seis veces al día.

Y la verdad, entre las gotas, las sesiones de acupuntura,  y otra cosa más, que contaré la próxima entrada, voy retomando de nuevo el vuelo. Por mí que no quede.

Te echo de menos. Siempre será así. Aunque aprenda a vivir, siempre te echaré de menos. Te queremos.