miércoles, 26 de junio de 2013

DEJANDONOS LLEVAR

Este fin de semana pasado hemos estado en Valencia. Teníamos pendiente ir al Oceanográfico y también nos habían hablado muy bien del Biopark y la verdad es que ni uno ni otro nos defraudaron y además tuvimos mucha suerte con el tiempo, porque aunque el domingo hizo un poco más de calor, hemos podido disfrutar de buen tiempo sin achicharrarnos.

Nos hemos ido con nuestros amigos-vecinos y sus pequeños. Mi ahijadito se lo había comunicado ya a todo el colegio, sus amigos, profesoras, familia y cualquier otro desconocido que a bien tuviera preguntar cualquier cosa, aunque no tuviera nada que ver con hacer un viaje. Jajajaja. Es tanta la emoción que siente cuando va a hacer un viajecito, que procura dar la información a diestro y siniestro. El no sabe ni donde vamos, sólo sabe que se va a un hotel y que le encanta así que eso es lo que dice con un :"oye, sabes que nos vamos a un hotel", y se siente tan orgulloso y feliz. Y nosotros de verlo disfrutar así.

Nos fuimos viernes en cuanto comimos y el peque salió del colegio. El viaje fue más rápido de lo que pensamos, porque en dos horas y veinte o y media, estábamos allí, y eso que hicimos una parada en la gasolinera con un retraso de 15 minutos por un problema informático.
En fin, que el viernes llegamos, dejamos las maletas, nos dimos una duchita rápida y luego nos acercamos al centro comercial El Saler que estaba al lado y enfrente toda la Ciudad de las Ciencias. Chulisima la vista. Me impresionó. Se ve más grande y espectacular que por televisión. Muy bonito.
Bueno, pues en el centro comercial cenamos y luego nos fuimos al lado del hotel a tomar una copa.

El sábado tocó Oceanográfico y fue muy bonito. A mi es que me encanta el mundo submarino y ver esas peceras tan grandes y con tanto pez de distintos tamaños y colores me gustó mucho. Es super relajante. Si pudiera, tendría una pared pecera en mi casa.
Los críos alucinaron también, a mi ahijadito le encantó la pecera túnel con los tiburones y a la peque, cualquiera. Es una pequeña Feliz Rodriguez de la Fuente. Cualquier animal le encanta.
A mi lo que más me gustó fueron las ballenas beluga. Que bonitas. ¡qué cara más dulce y simpática tienen!. Y bueno, los pingüinos que de siempre me han gustado.
Para mi gusto, lo más flojo fue el espectáculo de los delfines. Muy soso. Demasiado tiempo hablando y tampoco hicieron nada del otro mundo. Pero bueno, bien en general.

Cuando salimos de allí, fuimos al centro comercial a tomar algo fresco y además entramos en el hipermercado y compramos unos polos. Yo estaba tan afanada con mi polo y saboreándolo con tanta ansía que se me partió y se me cayó entero. Por supuesto todos nos pusimos a reírnos como idiotas de la situación tan cómica y la cara de tonta que se me quedó, pero lo que de verdad se me quedó grabado, fue como siempre mi pequeño ahijado. Sin que nadie le dijera nada se acercó a mi y me dijo: "toma madrina, cómete el mío". Es que no me dijo, "toma, dale un mordisco o un chupetón". No. Directamente me dio su polo entero. Por supuesto yo le dije que no, que yo me sentía más contenta si se lo comía él. Y así se quedó tan conforme. Al final lo compartí con mi Juan y todos contentos.
El día terminó con un bañito en la piscina cubierta del hotel y una cenita en un restaurancillo cerca del hotel, donde ya no pudieron aguntar más los pequeños y en cuanto terminaron de cenar se quedaron dormiditos. La peque en el carrito y mi ahijadito primero en la silla con la cabecita apoyada en la mesa y luego en brazos de su papá.

Ya el domingo, después de desayunar y dejar el hotel nos fuimos al Biopark. Es un zoo super grande, con los animales en un entorno muy natural y todo muy muy bien ambientado. Lo mejor del parque, es que te da la posibilidad de poder ver a los animales desde distintos sitios, con lo cual, si desde uno no lo ves bien o en ese momento no se encuentra en esa zona, pues puedes verlos por otro lado. Nos gustó también mucho, mucho. Muy bonito. Muy bien cuidado y muy bien logrado todo el entorno. Un buen día también.

Fue un fin de semana muy bien aprovechado, con muchas risas, muchos buenos momentos, muy buenos recuerdos y sobre todo, muy buena compañía. Los pequeños disfrutaron un montón y los mayores igual o más que ellos. Valoro mucho estos ratos que la vida me regala y busco constantemente el poder compartirlos y hacer partícipes de ellos, a las personas a las que quiero y que son importantes en mi vida.

No estás físicamente mi niña, pero estás. Te echo de menos y tu sonrisa la veo reflejada en muchas cosas. Te queremos.