miércoles, 9 de julio de 2014

TERRA NATURA. UN MAGICO CUMPLEAÑOS SORPRESA

Hace unos días fue mi cumple. Ya 43 primaveras. La mitad de la vida como quien dice y la verdad es que tenía una idea equivocada de como debe sentirse una persona a esta edad. Supongo que como en todo, depende de cada persona, pero yo creía (cuando era pequeña o siendo jovencita), que a esta edad uno ya era mayor, pero mayor mayor, de los que ya todo es formalidad, en plan padres (lo que yo veía de los míos), cenitas tranquilas, televisión y sofá y salidas con amigos para charlar, horarios rutinarios y nada nada de excesos. Bueno, pues no sé si será porque la vida ha cambiado o simplemente porque yo no me veo ni me siento para nada en plan padres, ni en plan sofá, ni muchísimo menos mayor. Tengo, a pesar de las circunstancias vividas o gracias a ellas, muchísimas ganas de disfrutar de cada momento, de bailar, de salir de copas como cuando era adolescente (pero ahora claro, con más cabeza,), de quedar con los amigos para divertirnos riéndonos hasta de una mosca que pasa volando, de seguir vistiendo super moderna, acorde con mi edad, porque ya hay ciertas cosas que no me pondría, no por nada sino porque creo que una puede vestir super moderna, sexy y atractiva sin necesidad de ir haciendo el ridículo por muy bien que una esté, y sobre todo me siento ágil, con fuerzas, con vitalidad....., me siento viva y con ganas de querer seguir aprendiendo a vivir. 
Me siento con más fortaleza física, con más ganas de querer comerme el mundo que cuando era una adolescente, porque además ahora sé valorar cada cosa importante, cada segundo bueno, cada regalo recibido en cada uno de los momentos que me hacen sentir alegría. Tengo ganas de hacer cosas, de ver cosas nuevas, de aprender y de mantenerme en forma y cuidarme por mi y por los que tengo a mi lado.

Hace algunos años que dejé de celebrar mi cumpleaños, porque por las circunstancias, mi madre y Angela, pues no tenía muchas ganas de celebrar nada, aunque hiciera alguna comida con los más cercanos, pues se quedaba en eso, una comida con amigos, sin más celebración. Pero esté año, sí. Tenía ganas de celebrarlo, pero además a lo grande. Tenía ganas de poder reunir a todos nuestros amigos. Pero a los amigos de verdad. A los amigos de esos que de verdad entrañan el significado AMIGO. A los amigos que han estado siempre, a los que en los momentos malos no hemos tenido que llamar y han estado, a los amigos que se alejaron pero que cuando peor lo pasábamos vinieron sin decirles nada, a los amigos que se han portado más allá de un simple amigo y han sido mi verdadera familia y a algún familiar que también ha sido amigo. Y son muchos. Puedo decir con gran orgullo que son muchos y eso hoy en día es difícil, porque siempre se ha dicho que los amigos verdaderos pueden contarse con los dedos de una mano, pero nosotros podemos decir bien alto que superamos las manos y llegamos hasta tres.

Bien, pues la idea era esa, pero no tenía sitio para poder reunirlos a todos, teniendo en cuenta que además la gran mayoría tiene niños y por supuesto también quería que estuvieran, porque nos quieren también como algo muy importante suyo y nosotros a ellos. En fin, que mi Juan me dijo que lo dejara en sus manos, que no le preguntara y que ya vería a ver.
Total, que van pasando los días y nada de nada. Y se acerca el fin de semana y yo llamo a unos amigos para vernos viernes y no podían, y llamo a otros para vernos sábado y tampoco podían y bueno, pues pienso: "un fin de semana más tranquilo, ya veremos". Total que llega viernes, salimos de la academia de inglés (lo estoy haciendo, os acordáis que lo tenía pendiente, pues lo estoy haciendo y Juan Carlos se ha animado conmigo), y teníamos previsto irnos a cenar los dos solos, pero Juan Carlos me dice que me va a llevar a un sitio nuevo y quiere darme una sorpresa y a mitad de camino me dice que cierre los ojos. Yo toda emocionada y nerviosa lo hago y soy muy buena, lo cumplo a rajatabla. Llegamos, me baja del coche, me lleva del brazo y cuando ya estamos andando un trocito me dice que puedo abrirlos y veo que estamos en Terra Natura. ¡Qué chulo!. Ya habíamos estado cenando allí, en el restaurante Carnivore con nuestros amigos-vecinos el día de los enamorados y estuvo genial, así que me encanta el sitio, lo veo super original, porque además tiene también una cafetería-pub super chula que dá al recinto de los animales y las vistas y el sitio me encanta.
Bueno, pues allá que terminamos de subir y casi cuando estaba en la puerta, sale un camarero-conocido-vecino, que le dice a mi Juan "ahí los tienes" y se rie. Yo me quedo toda mosqueada y ya me huelo algo, pero ni de lejos. En cuanto entro, empiezan a salir todos de un reservado del restaurante y los voy viendo a todos. TODOS (en realidad faltaron 4 personas, pero fue fallo de organización de última hora, es que eran muchos para organizar). Me puse a chillar según los iba viendo salir: "Todos, todos, estáis todos, que alegría más grande, que alegría. Gracias, gracias, gracias". 

Tenía muchas ganas de reunirlos a todos hace mucho tiempo y fue fantástico, maravillo poder ver esa super mesa llena de tanto amor, tanto cariño, tanta AMISTAD, mis amigos, mi familia. Juan Carlos dice que ninguno puso ningún tipo de pega, ni problema. En cuanto los llamó y le dijo para lo que era todos dejaron sus posibles compromisos, y alguno sus problemas de salud, para estar allí con nosotros. Después de tanto tiempo, que cumpleaños más bonito, más completo. 
Cuando terminó la cena, con brindis, palabras y emociones, los pequeños fueron rodeándome para darme cada uno el regalo que venía de ellos y sus padres. Yo les dije que no me tenían que haber comprado nada de nada porque el mejor regalo eran ellos, todos y cada uno de ellos.

Gracias a todos ellos por formar parte de nuestras vidas, y gracias a mi marido por darme esa maravillosa sorpresa.

Os dejo algunas fotitos de ese maravilloso momento.




















Mi niña, gracias por hacerme inmensamente rica, en amor, en cariño, en amistad. Gracias por ser mi mejor regalo y darme la oportunidad de poder compartir nuestras vidas con toda esta maravillosa gente y gracias por ayudarme a seguir aprendiendo a vivir, con ellos y tú luz. Te queremos.