viernes, 7 de febrero de 2014

CUESTA PERO, PUEDO

Ha pasado la navidad y con ella unos días de recuerdos, de nostalgias, de tristezas, de sueños sin terminar, de lo que en sí conyevan esos días y especialmente alguno, ha venido el maravilloso aniversario del comienzo de la vida de mi pequeña Ángela y este mes además, me ha traído una mala noticia, relacionada con todo lo que llevo encima, pero a pesar de ello, he salido victoriosa de todas estas batallas. Sí, he podido, no he decaído, no me he dejado arrastrar, me he mantenido en pie y creo que con nota. No me lo puedo creer. Estoy contenta conmigo misma y todo tiene que ver con los tratamientos, fórmulas y sesiones que en estos meses he llevado a cabo.

Cuando este año, bueno ya el pasado, 2013, volví de las vacaciones de verano, me sentí derrotada, sin fuerzas, sin ganas de luchar, con una tremenda tristeza y un enorme desplome, que me hizo sentirme de vuelta a los primeros días del dolor por la muerte de Ángela. Sin embargo y a pesar de encontrarme así, tampoco me dejé llevar y puse todo mi empeño en querer salir de allí, en querer recuperar las fuerzas y en querer poner un poco fin, a ese tremendo batacazo que me estaba ahogando, pero de forma más permanente, más firme, más duradera y de nuevo busque y busque y puse en práctica varias cosas a la vez.
Ya lo sabéis, ya lo he contado. Acupuntura, flores de bach, imnosis. 

No sé si durará mucho, poco, si será el comienzo de un resurgir, si necesitaré alguna otra sesión de imnosis y recordatorios constantes con acupuntura o incluso otra variedad de flores de bach, o una nueva dosis de las ya tomadas para reforzar lo conseguido, pero el caso, es que después de mucho, mucho, mucho tiempo y teniendo en cuenta lo mal, realmente mal que me encontré a la vuelta del verano, he de decir que me encuentro bien, que he podido afrontar como decía al principio, ciertas fechas y ciertos echos, con la serenidad suficiente como para no dejarme llevar por el dolor y la rabia de estos meses atrás e incluso poder tener la fortaleza para apoyar y ayudar a Juan Carlos a intentar canalizar ciertos sentimientos.
Esto no quiere decir, que ya no sienta dolor, que ya no tenga tristeza, que ya no sienta rabia. No. Sin embargo ahora puedo llevarlos, puedo verlos en perspectiva además de con el corazón. Puedo ver esa jaula que me decía la psicóloga en la sesión de imnosis, por encima de mi cabeza, pero ahí, por encima de la cabeza. Sé que está, la veo, pero no me ahoga, aunque sienta el dolor y aunque tenga ciertos días y ciertos momentos de nerviosismo, de no poder dormir. Pero lo siento distinto.
Es una línea muy fina lo que separa esto, pero de momento lo estoy consiguiendo y me siento contenta con los logros que he hecho. 
Sé que no lo tengo todo ganado y que aún tendré mis momentos, pero espero poder seguir controlándolos y no dejando que vuelvan a superarme.

Sigue a mi lado mi pequeña, sigue conmigo dándome aire, dándome fuerzas. Te queremos cariño mío.