viernes, 20 de abril de 2012

LA DECEPCIÓN DE UN GRANO DE ARENA.

Hoy estoy triste, rabiosa y estupefacta y no es por mi desgracia en sí, no es por el proceso judicial, no es por el proceso del nuevo tratamiento. No. No es por nada de eso, pero a la misma vez tiene relación, y es que desde que nos pasó nuestra tragedia, he seguido oyendo casos como el nuestro, parecido al nuestro, con mejores finales o con horrorosas consecuencias y he querido seguir luchando con más fuerza si cabe para que algo cambie, para que se haga justicia, para concienciar a los profesionales de que deben actuar de forma diferente, para prevenir a futuros padres de lo que pasaba en la Arrixaca, para que ninguna pareja ni ningún bebé tenga que volver a pasar por todo lo que nosotros tuvimos que pasar.

Desde que empezamos esta lucha siempre dije que ojalá alguien hubiera hecho lo que nosotros estamos haciendo ahora porque quizás si todo esto hubiera salida a la luz nosotros y otros muchos no hubieran tenido que pasar toda la tortura y calvarios que vivimos aquel día y desde entonces, y mi esperanza en todo este tiempo ha sido querer cambiar las cosas y querer motivar a la gente a denunciar, a quejarse, a no quedarse callado, a unir su granito de arena al mío y luchar por y para nuestros bebés, por y para que no se salgan con la suya, por y para que otros no pasen por nuestra amargura, por y para unos profesionales que sí se merecen todo nuestro respeto, por y para apartar a las ovejas negras de una profesión a la que manchan, por y para que cada día la humanidad deje a un lado al egoísmo, a la frialdad, a la desidia, a la dejadez.

Pues bien, llevamos luchando más de tres años por todo esto, y ayer lloré de tristeza, de rabia y de decepción al enterarme de otros dos nuevos casos, uno hace apenas unas semanas, otro hace unos meses y ninguno de los dos, como tantos otros que ya conozco, no han denunciado, no se han quejado, no han dicho nada del trato recibido, de las consecuencias sufridas en ellas o en sus bebés. En unas ocasiones, es porqué al final se olvida todo cuando salen con el bebé en brazos, en otros porque hay familiares trabajando en el centro, en otros porque se piensa que no servirá de nada y en otros por otras causas. En cualquier caso, es tan triste, tan lamentable que sigamos dejando que hagan lo que quieran. Nadie les controla, nadie les dá una reprimenda siquiera, nadie, nadie, porque estamos dejando que pase. Nosotros mismos con nuestra conducta, con nuestro miedo, dejadez, apatía, egoísmo, olvido.

Me siento triste, muy triste por pensar que con nuestra lucha, con nuestras ganas de dar a conocer nuestro caso para poder ayudar a otras personas, sí, lo estamos haciendo, pero queríamos que la gente se animara a ser valiente, a no ser dependiente y dejar que otros le saquen las castañas del fuego, queríamos que entre todos diéramos a conocer que no son casos aislados, que hay muchos, que gracias a Dios al final los bebés se recuperan, las madres se recuperan, pero a costa de qué. De seguir llevando al limite muchas situaciones que podrían resolverse sin tanta falta de humanidad ni de profesionalidad.

En fin, allá cada cual con su conciencia, por dejar que la tortura a la que fueron sometidos quede sin castigo, sin que nadie se entere, y dejando que no sólo ellos y sus bebés se lleven para el resto de sus días un día horroroso, sino que el que venga detrás que se j........

Lo siento, se que habrá veces en las que esté justificado el no hacer nada, lo sé, y también conozco casos de esta clase y para ellos todos mis respetos, mi cariño y solidaridad, pero en los demás casos, sólo puedo decir que me siento triste y decepcionada. Sólo deseo un mundo mejor, y no hay mejor forma de conseguirlo que dejar de quejarme y poner mi granito de arena.

Para que se hiciera justicia por Ángela no necesitaba más que presentar la querella criminal que presentamos o la denuncia al Defensor del Pueblo, y no sólo hicimos esto sino que quisimos llegar más lejos, quisimos avisar a todo el que pudiera venir detrás, porque a mi me hubiera gustado que alguien lo hubiera hecho por nosotros.

Mi pequeño ángel, vida mía. Ángela, tanto tiempo soñándote, tanto tiempo esperándote y nadie nos dijo, nadie nos avisó, nadie movió un dedo, ni antes, ni aquel día, ni después. Pero tu padre y yo queremos seguir pensando que todo lo que tuvimos que vivir no tiene que ser en vano. Te queremos hija mía.

7 comentarios:

Opiniones incorrectas dijo...

Tras la muerte de mi padre, un profesor mío, magistrado, me recomendó no denunciar, porque no iba a poder demostrar nada, porque se tapan entre sí y porque me iban a destruir psicológicamente. Tenía 22 años, mucho agotamiento físico y psicológico.
Imagino por lo que estás pasando, la rabia, la frustración... aunque yo no me vi capaz de denunciar, no sabes lo que os admiro a los que plantáis cara de esa forma a las negligencias médicas y te deseo de corazón que se haga justicia.

Mª del Mar dijo...

Opiniones incorrecta cielo, con 22 años demasiado que pudiste afrontar la muerte de tu padre. Yo con esa edad ni me hubiera atravido siquiera ni a preguntarlo como tu lo hiciste a tu profesor. Pero supongo que la vida, los años te van curtiendo y sobre todo las injusticias que cada día ves a tu alrededor de todo tipo, en la política, en la medicina, en el trabajo, en la familia, en fin un poco de todo que hace que llegue un momento en el que dices basta, ya está bien, por aquí no paso. Pero es cierto que te debe nacer, porque yo muchas veces no sé ni de donde sacamos las fuerzas. Que es un desgaste psicológico como te dijeron, pues sí, bastante grande, bastante doloroso, y bastante duro pero es que teníamos que hacerlo, tenemos que hacerlo porque sufriríamos más si no pelearamos, si no lo intentáramos. Sé que en el camino se quedará mucha parte de nosotros, pero es que ese día ya se llevaron el resto, así que no quiero, no queremos dejar de intentarlo porque no sería justo para Ángela, para nosotros ni para todos los papas y bebés que ponen sus vidas en manos de unos desalmados. Y sí, se que se tapan entre ellos, que manipulan, que mienten para protegerse unos a otros, pero alguna vez alguien les tiene que parar los pies,y son ellos los que deben avergonzarse, bajar la mirada, sentirse ruines, no nosotros, sólo faltaría eso.
En cualquier caso, este post no pretende ofender a nadie,y mucho menos juzgar, sólo es un desahogo y un decir no, no hay que tener miedo, ni a ellos, ni al dolor, ni a todo lo que conlleva, porque todo lo que yo siento no puede ser peor de lo que aquel día ya me dejaron marcado para el resto de mi vida.
Gracias por tus deseos. Nosotros esperamos que también se haga justicia y podamos conseguir algo mejor.
Un beso.

Mª del Mar dijo...

Por cierto perdona, pero siento mucho la muerte de tu padre. Lo siento mucho. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Maria del Mar, sigo desde hace tiempo vuestra historia.15 días después de vuestra tragedia una amiga mía dio a luz en la arrixaca después de 17 horas de parto y pasar por el turno de comidas de los ginecologos . De vez en cuando pienso que le podría haber pasado a ella. Solo decirte que te admiro como persona y ante todo como madre y aunque ese dolor jamás desaparezca ojalá la justicia castigue a los culpables de tanto dolor. Os deseo mucha fuerza y paz.

Mª del Mar dijo...

Hola Anónimo. Gracias por tus palabras y tus deseos, ojalá que sí, que se haga justicia y con ello además podamos quitar alguna piedra de ese muro al que tanto miedo se le tiene y que hasta ahora parecía inquebrantable, pero que la verdad no tiene porqué bajar la cabeza, son ellos, los que deben sentirse avergonzados y recapacitar del porqué eligieron desempeñar esa profesión si no van a hacerlo con orgullo, con vocación, con satisfacción por ayudar. En fín, que gracias por esa fuerza y esa paz que en tantos momentos necesitamos y que tanto agradecemos.
Un abrazo.

virtudes dijo...

Mª Mar solo mandarte un fuerte abrazo para que os de fuerza, para llevar el dia, no se si algún caso de estos tiene algo que ver con lo que te comenté, por que mi compañera no ha podido hablar con la chica, pero vamos se me extremece el corazón solo de pensarlo

Mª del Mar dijo...

Querida Virtudes, muchas gracias por ese fuerte abrazo, que siempre sabes, nos llega al alma y lo recibimos con mucho cariño. Decirte que de los dos casos que comentó últimos no tiene que ver con lo que me dijiste, porque de momento no se sabe nada no? así que no puedo hablar. Si me gustaría que se decidieran y que dieran un paso por la injusticia que les han hecho, pero bueno, ya me dirás. Y esos dos casos son dos de tantos que me entero de vez en cuando, porque como digo, no son casos aislados.
Bueno cielo, ya me mantienes informada. Gracias por estar ahí.
Un beso.